El Club Bilderberg, que reúne a presidentes de empresas, bancos, jefes de Estado, miembros de las monarquías europeas y a las personas más influyentes del mundo, se reúnen a partir de mañana en Sitges (Barcelona), donde debatirán temas económicos y políticos sin hacer públicas sus conclusiones.
El encuentro, que cada año se celebra en un país distinto, es privado y casi secreto, y la discreción sobre lo que se habla es total.
Según ha informado hoy El Periódico de Catalunya, este año el centenar de hombres y mujeresmás poderosos del mundo que son miembros del Grupo Bilderberg se reúnen en el hotel Dolce de Sitges, donde las medidas de seguridad se están aplicando desde hace ya una semana.
Entre los miembros españoles que suelen acudir anualmente a la convocatoria de este exclusivo grupo se encuentran la Reina Sofía, los presidentes del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, de Acciona, José Manuel Entrecanales, o el ex ministro de Economía Pedro Solbes.
Fuentes de la cadena hotelera han señalado que no pueden "confirmar ni desmentir" la presencia de personalidades durante estos días aunque sí han admitido que el recinto se encuentra cerrado al público hasta el próximo domingo.
Los trabajadores de la urbanización Can Girona donde se encuentra el hotel, la más lujosa de Sitges, también han tenido que acreditarse para acceder a la zona y se les ha pedido confidencialidad sobre el evento.
Los Mossos d'Esquadra, que se encargarán de velar por la seguridad de los altos cargos reunidos, llevan varios días organizando un dispositivo para evitar incidentes y manifestaciones de grupos antiglobalización, que ya han anunciado su presencia en los alrededores.
Antecedentes
La primera conferencia del club tuvo lugar en el Hotel Bilderberg, cerca de Arnhem (Países Bajos), el 29 y 30 de mayo de 1954.
Entre los principales impulsores figuran el ex ministro belga Paul Van Zeeland, el príncipe Bernardo de Holanda y el judío polaco y asesor político Joseph Retinger.
Otros asistentes activos son el estadounidense Donald Rumsfeld, el irlandés Peter Shuderland o el ex presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz.
¿Qué tienen en común la reina Sofía y el presidente de Coca-Cola? Aparentemente nada, pero este fin de semana podrían tomar el té y decidir el futuro del mundo, quizá simultáneamente, después de haber tomado una rica paella a pie de playa en Sitges (Barcelona).
El Club Bilderberg nació después de la Segunda Guerra Mundial tras una reunión de negocios en 1954, quizá para repartirse el botín de la cara reconstrucción de Europa, entre el príncipe Bernardo de Holanda y el magnate estadounidense John D. Rockefeller, entre otras personalidades políticas y económicas de la posguerra mundial. El encuentro fue promovido por el emigrante judío polaco y consejero político Joseph Retinger, preocupado por el creciente antiamericanismo europeo.
Su nombre lo tomaron los asistentes del Hôtel de Bilderberg, en Oosterbeek, cerca de Arnhem, en los Países Bajos, donde se reunieron las fuerzas vivas de Occidente.Tal fue el éxito que se siguió organizando con el objetivo de "hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo".
Aunque, mientras muchos creen que su directriz real es crear una especia de gran Sociedad Anónima que vigilara a los Gobiernos díscolos; otros aseguran que su influencia real no pasa de anecdótica y su poder es relativo.
Aunque si los mandamases de las petroleras BP o Shell, los ejectuvos de Google, el presidente de la farmecéutica y biotecnológica Novartis o el ex el secretario de Estados Unidos de Nixon, Henry Kissinger, se van de copas, del tiempo no hablarán.
Ha trascendido que en el orden del día en Sitges está debatir sobre lasupervivencia del euro y el futuro del dólar, la creación de mecanismos de supervisión y control financiero para evitar futuras crisis, el problema de Grecia y la situación económica de Japón, las misiones de la OTAN en Afganistán, la guerra contra el terrorismo, y un largo etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario