martes, 27 de septiembre de 2011

El Santuario de Nuestra Señora del Rosario; origen de la celebración mariana.



Muchos peregrinan hasta el santuario de Nuestra Señora del Rosario, en la localidad bonaerense de San Nicolás, para encontrar la tranquilidad espiritual necesaria en tiempos de crisis o necesidad, pero pocos conocen la historia de esta devoción popular que nació hace 28 años cuando la Virgen anunció a una humilde mujer que "quería quedarse a orillas del Paraná".
El 25 de setiembre de 1983, Gladys Quiroga de Motta, de 48 años de edad, madre de dos hijos y sin conocimientos teológicos ni bíblicos, dijo al entonces obispo del lugar, monseñor Domingo Castagna, que había visto y oído a la Virgen, cuya imagen, describió, coincidía con la de Nuestra Señora del Rosario que desde 1884 se venera en una parroquia de la diócesis nicoleña. Según relató el propio prelado dos años después, la mujer expresó que "la Santísima Virgen le había pedido la construcción de un templo en su honor, en un determinado lugar", y comenzó a dar "una serie de mensajes preferentemente exhortativos junto con citas bíblicas, llamando a la oración y a la conversión.
Ante esta inusual manifestación mariana, monseñor Castagna encargó una exhaustiva investigación a un grupo de sacerdotes locales y a psicólogos y grafólogos de la Universidad del Salvador.
La tarea, que todavía continúa, contempla un minucioso estudio de la salud psicofísica de Motta, el análisis de sus escritos -llamados "mensajes"- y de las denominadas "curaciones" aparentemente relacionadas con las apariciones de la Virgen.
Mientras que los "mensajes" fueron revisados por un escriturista, un teólogo y dos personas idóneas en la materia, las "curaciones" requirieron el envío de las respectivas historias clínicas, de la competencia médica, de la terapia seguida y del resultado obtenido. Los especialistas afirmaron hasta el momento que en el estado psicofísico de Motta no aparecen "indicadores que permitieran sospechar la presencia de alienación sicótica ni de procesos alucinatorios, delirantes o de ilusión enajenante de la realidad", y destacaron que impresionaba "por su personalidad suficientemente equilibrada y con buen ajuste a la realidad". En tanto, los escritos no tuvieron "objeciones teológicas", tanto que en uno de ellos podría presentarse como "uso acomodaticio de la Sagrada Escritura", dijeron los expertos.
Hasta culminar este largo proceso eclesiástico, Gladys Motta es acompañada espiritualmente por el clero o el obispo nicoleño de turno y, en todo momento, guarda discreta distancia de cuantos desean verla. A pesar de que estas "revelaciones privadas" aún no cuentan con la aprobación de la Santa Sede, se dan a conocer "en la seguridad de que nada existe en ellos contra de la doctrina revelada, y pueden ser de útil ayuda para el crecimiento espiritual, la devoción y la oración".(fuente:infocielo)

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