martes, 30 de agosto de 2011

Tandil, los arboles y los dichos del "ignorante ilustrado" funcionario municipal

La piedra de utilería en lacima de la Movediza


Hoy en horas de la mañana, por Radio Voz, escuchamos azorados las declaraciones del Director de Parques y Paseos, contestando las verdades incontrastables que la carta-que reproducimos más abajo-enviara a la prensa la Licenciada Gabriela Soler. No vamos a reproducir la sarta de dichos del funcionario, quien con una soberbia-propia de lo mas detestable tradición partidaria, que hasta el propio partido gobernante en la comuna, trata de superar-digna de un "ignorante ilustrado" puede decir publicamente. Los hechos están a la vista. La tala indiscriminada ya está, nadie puede negarla, los arboles fueron hecho leña. No están más. Desaparecieron. Agregamos para el estupor de los vecinos que no solo se tala,donde no se debe, sino que están proyectando una plantación de pinos-especie exótica y dañina- en la zona del Calvario. Un desatino que esperamos no se lleve a cabo. Exhortamos a los ediles "fantasmas" de la oposición que una vez en su vida, hagan política-que para eso lo eligieron y se les paga- en serio e, impidan que tal proyecto se lleve a cabo. Basta ver el daño que los pinares causaron en Sierra de la Ventana, donde se estan erradicando, y el trabajo en Isla Victoria del lago Nahuel Huaqui, para saber-sin ser experto-lo que debemos hacer en Tandil. Hay gente que sabe y mucho de flora autóctona del Sistema de Tandilia. No solo se debe consultarla sino aplicar algunas de las sugerencias que desinteresadamente propusieron cuando el Lord Mayor los consultó. 

Esta es la carta que ofusco al funcionario:


Árboles añejos, valiosas y únicas especies en los espacios verdes de la ciudad, así como el valor ecológico por sus servicios brindados al purificar el aire de una ciudad cada vez más creciente; árboles de hasta cien años plantados en el centenario de aquel Tandil del mil novecientos fueron talados con el único fin de hacer marketing sobre el hecho de que sacar lo “viejo” renueva la cara con aires de falso progreso.  
No son puras cuestiones sentimentalistas, de “verdes” amantes de los árboles; sino, una simple cuestión moral de quienes sentimos manoseado y destruido nuestro patrimonio cultural. Tandil, ciudad destacada por sus espacios verdes que antiguas generaciones se esforzaron por plantar, fue devastado en manos de inescrupulosos que vieron en su desmonte una oportunidad para obrar indiscriminadamente con vaya a saber qué interés.
12.000 árboles fueron talados de la plaza 25 de Mayo, Parque Independencia, Lago del Fuerte, el actual Parque del Bicentenario, paseo El Cerrito, arroyo Langueyú, las históricos coníferas de las escalinatas del Palacio Municipal, entre tantos otros borrados de nuestra vista y en consecuencia de nuestra corta memoria.
5.000 Árboles se talaron del arroyo Langueyú  (posteriormente convertidos en parqué) con la intención de “sanear” el arroyo más contaminado de la ciudad, pero quitando justamente aquello que ayudaba a mantener contenida la materia orgánica de su ribera entre las raíces frenando el flujo erosivo hacia su cauce, expresando para ello la terrible frase que no deja de irritar a aquellos que entendemos las consecuencias “así el césped llegará a la orilla”, como si se tratase de un simple cuestión estética. Eso se ha repetido en toda la ciudad, a lo largo de la gestión de Alejandro Bonadeo, responsable de estos constantes ecocidios y violaciones hacia el patrimonio cultural.
Hace un año con el fin de hacer el parque del Bicentenario rápidamente y sin ningún remordimiento; se taló el 80 % de un monte que si bien, antropizado (afectado por  la mano del hombre), a lo largo del tiempo había logrado recuperarse volviendo a ser la vida la protagonista, sólo dejaron unos pocos que venían bárbaro para inaugurar una plaza más, pero no la creación de un espacio verde, que sí hacen falta en tantos otros puntos de la ciudad. Además el mismo se encontraba al pie de sierras, de las cuales emergían numerosos manantiales de la zona del Manantial de los Amores quienes albergaban zonas de enorme importancia para la reproducción del sapito de panza roja endémico de Tandil, estos fueron tapados con escombros, tierra y césped, sin siquiera merecer ningún tipo de estudio previo de impacto ambiental, más allá de que defendiéndose de mis denuncias saliera diciendo que se habían realizado. En dicha oportunidad se denunció y pedí explicaciones y sólo recibí falsas promesas de recuperación de la mitad que apenas quedaba del más grande, donde años atrás abundaba de los sapitos y otras especies de la sierra.
Se ha talado indiscriminadamente árboles de gran volumen y de especies valiosas de amplios sectores de la ciudad, se ha rapado de lugares serranos el preciado pastizal pampeano indispensable para la supervivencia de especies nativas, se han destruido monumentos (últimamente árboles gigantes talados de la plaza Eva Perón, se demolió el monumento en la plaza de la calle Figeroa y Av. Aristóbulo Del valle, dentro de una lista que seguramente escapa a nuestro seguimiento).
Plazas que ya ni con césped cuentan, ya que  hay que hacerlas rápido y sin costo de mantenimiento porque son publicidad, cambio de volúmenes y fachadas bastan para dar la imagen de “se hace algo, mal o bien algo hace”.
Senderos (bajo la Fuente de los Vascos, que al no contar con diseño de profesionales por puro capricho de hacerlo a gusto y placer de alguien que claramente abusa de su poder,  se debió rehacer varias veces por inundarse el cableado, derrumbarse sectores etc., para lo que finalmente se terminó gastando tres veces más de lo debido cerca de un millón de pesos).
Son muchas las ocasiones en la que numerosos ciudadanos  hemos denunciado estos terribles hechos, y las débiles respuestas apelaron siempre a lo mismo: “esos árboles eran un riesgo para los transeúntes”, falsando un pésimo acto de heroísmo. Los árboles con ramas peligrosas de podan, no se hacen parqué como pasa en la mayoría de los casos citados anteriormente.
Con el fin de contar con su apoyo ante el pedido de explicaciones por parte del responsable de todos estos actos, es que pido su firma debajo de esta carta, apoyando el firme deseo de que se proteja y cuiden debidamente nuestro entorno natural, nuestra calidad de vida, nuestra historia, las especies serranas, nuestro paisaje y entre tantos, nuestra identidad como tandilenses.

Gabriela Soler
DNI 28.200.656

ANEXO
Links de algunas de las notas en que se denunciaron los hechos anteriormente nombrados:

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