El viernes 6 de junio de 1919 quedaba aprobada la fundación del Club Ferroviario, primer nombre de la institución Tricolor. Para avalar todo lo resuelto, cuenta la historia que se envió una nota al gerente del Ferrocarril del Sud en Plaza Constitución, Mr. Eddy, en donde le comunicaron lo resuelto y lo designaron presidente honorario.
Días después recibieron la respuesta, agradeciendo la distinción que le habían conferido y augurándoles éxito y prosperidad. Se aprobó también inscribir en el escudo la expresión latina “Suaviter in modo, fortiter in re” (Suaves en el modo, fuertes en el ser).
Por iniciativa de Carlos Chamberlain se adoptó como colores el azul – blanco y rojo, por ser los de la bandera inglesa que identificaba a la empresa.
Así nació una institución que el pasado lunes cumplió 92 años de vida, en donde se han formado hombres disfrutando de las diversas actividades deportivas que la entidad fue ofreciendo con el paso del tiempo.
PRESIDENTES
Es mucha la historia que hay para contar del Tricolor, pero principalmente queremos hacer mención a la innumerable cantidad de personas que han dejado su huella en el club, ejerciendo la presidencia en distintas épocas. Antonio Nigro, Juan Salceda, Héctor Soulá, Humberto Uez, Carlos Chamberlain, Matías Ibarbia, Martín Bisbal, José Haudu Castet, José Couselo, Matías Mauhourat, Amado González, Francisco Saux, Mario Pérez, Felipe Cimino, Victoriano Eguibegui, Cervantes Salinas, Alberto Olaechea, Anastasio González, Mario Pérez, Alberto Porreca, Juan Barrionuevo, Domingo Santoro, Juan Pedersoli, Jorge Salinas, Humberto Spath, Atilio Newbery, Carlos Marchioni, Dante Iglesias, Eduardo Arditi, Eduardo Haritchelar, Dardo Meclazcke, Norberto Santoro y el actual Edgardo Vázquez presidente de la comisión normalizadora.
Todos, con equivocaciones y aciertos, pusieron su tiempo, sus ganas y su trabajo por el bienestar de una institución que abarca un amplio sector de la zona norte de la ciudad.
DAMASO LATASA Nació en 1905 y murió en diciembre de 1973. Desde joven se fue formando en las alineaciones de Ferro convirtiéndose en una de las figuras destacadas. Tras dejar el fútbol siguió ligado buscando talentos por los distintos potreros de la ciudad. Trabajó con su aporte solidario cuando la vieja cancha se transformó en lo que fue un adelanto para la época y que hoy permanece en avenida del Valle al 1300. Toda su vida estuvo nutrida de fútbol. Como homenaje para siempre y en reconocimiento a ese hombre que le dio mucho a Ferro, el Estadio lleva su nombre.
fuente: la voz de tandil
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