IOMA: Los vicios de los médicos que supimos conseguir

Nuevamente tenemos noticias desde el país del nunca jamás. El conflicto de la obra social de los empleados públicos bonaerenses con la corporación médica de la ciudad de las diagonales entra en una semana crucial de definiciones. A fin de mes se vence el plazo del convenio "denunciado" de IOMA con los médicos platenses. Hacia el interior de la provincia todavía hay islas de privilegios que sufrimos los usuarios-y dueños-de la obra social. Lamentablemente en un contexto de escasos recursos fiscales no podemos hacer mucho los usuarios en nuestros reclamos. Pero si debemos insistir y tomar pequeñas medidas en nuestras manos para paliar el destrato y muchas veces el maltrato que propinan las "secretarias" a los pacientes cuando solicitan turno para atender sus dolencias. Logicamente que estos personajes no han estudiado ni leído nada de ética profesional, pero sí sus patrones que avalan las prácticas discriminatorias hacia los afiliados a las obras sociales. Uno de los temas más irritativos se refleja en el momento que pedimos turno. Es la ocasión que la secretaria antes de decirnos que día tiene libre para la atención, se adelante preguntando que obra social tenemos, y después nos manda a la cola de los pacientes de primera. Al mejor estilo de los kelpers. Muchas veces nos preguntamos: los médicos ¿ Por qué no renuncian a la obra social ? ¿ Quién los obliga a estar ligados a una obra social y maltratar a sus dueños ?. No tenemos respuestas válidas. Solamente el silencio del dinero inunda la atmosfera de la antesala del consultorio, y la inmovilidad de los afiliados que aceptan estás prácticas tipo "patrón de estancia" sin protestar. IOMA tiene armas y dinero para hacer cumplir el protocolo que establece la ley para sus afiliados. Eso es lo único que muchas veces le pedimos a nuestros empleados políticos en el Directorio con asiento en La Plata. ¿ Será mucho pedir ?