miércoles, 16 de marzo de 2011

Japón, tsunami, terremoto, crisis nuclear e irresponsabilidad





Muchos imbéciles notables han pontificado sobre las hazañas de las economías del primer mundo, y como corolario, han lanzado cientos de filípicas sobre estos países latinoamericanos que persistían en los errores de no imitar a los modelos occidentales más Japón y el Sudeste asiático, entre otros países ejemplares: ordenados, serios, responsables y seguidores de los cánones económicos del mundo civilizado.
Vivimos admirando el milagro japones, entre los campeones del mundo civilizado, y con razón; es la tercera economía del planeta y sus habitantes viven con estándares de vida altísimos, mientras que nosotros, pobres habitantes del subdesarrollo, nos arrastramos en una interminable lucha por sobrevivir. 
Cambio el milenio, y con ello aparecieron algunos problemitas en los países centrales y modelos del mundo. Recuerdo a Tucídides que en su Historia...nos decía que las grandes potencias hacen lo que pueden y nosotros los débiles y pequeños lo que debemos; y entre ese deber, estaba imitarlos en sus modelos de sociedad.
Pero,en este comienzo de la segunda década del siglo XXI, la madre naturaleza sacudió el planeta y arrasó parte del territorio japones- desde ya que nos solidarizamos con su pueblo y la desgracia que viven en estos momentos- y también mostró crudamente la realidad, y como decía el Viejo, es la única verdad: este gigante asiático no es un dechado en proligidad y responsabilidad. Ahora nos enteramos que ya en 2008 la Comisión Europea de Energía Nuclear advertía a las autoridades japonesas que sus centrales atómicas no estaban preparadas para terremotos superiores a siete grados de la escala richter. Y el "apocalipsis" llegó sin que los japoneses hayan hecho algo para prevenir este fenómeno de la naturaleza que ya lo esperaban desde hace muchos años. Sabían que iba a pasar y con una total irresponsabilidad no hicieron nada con sus Usinas Nucleares. Hoy estamos en un alerta mundial por la desidia de un Estado que se nos presentaba como modelo de prolijidad y responsalidad. 
En la Argentina de estos últimos años se están cayendo los ídolos y mitos que durante décadas nos vendieron los poderes medíaticos y los sectores concentrados de la economía nacional. 
El FMI se equivocó y la Argentina demostró palmariamente que había otro camino; la crisis se traslado a los paises centrales-modelos a imitar según los gurues del establisment local e internacional- en 2009 y nosotros junto a los paises de América Latina sorteamos la tormenta, y ahora, la naturaleza puso en blanco y negro la calidad de estos paises que nos vendieron como modelos a imitar. 
No somos necios y reconocemos la epopeya japonesa después de la destrucción de su país durante la segunda guerra mundial, y los grandes aportes a la economía mundial y a la vida moderna en todos los sentidos; pero dejemos en claro, que no son lo que decían que eran, como nuestras sociedades no eran lo que nos quisieron hacer creer que eramos: unos modelos y otros lo que no había que insistir en seguir avanzando en ese camino. 
Hoy debemos interpelar al gobierno japones que se haga cargo de lo que provocó con su desidia e irresponsabilidad nuclear. Estamos todos en peligro. El planeta es uno solo. ¿ Ahora quien le pone el cascabel al gato ?. Parecería que el fin de la historia de Fukuyama les llegó a ellos.... 

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