miércoles, 23 de marzo de 2011

24 de Marzo de 1976: A 35 años del último Golpe de Estado en la Argentina





La visión de un periodista extranjero

“Alguna vez leí que las palabras escritas en un papel son más poderosas que la espada, es un viejo dicho, porque las palabras quedan”.
Durante la última dictadura militar, todo el mundo veía lo que pasaba: Los Ford Falcon verdes por las calles, con hombres con ametralladores; los uniformados que paraban un colectivo, hacían bajar a todos y se llevaban a dos o tres personas. Pero nadie lo publicaba, entonces la gente seguía con su vida, pensando que no pasaba nada.

El periodista inglés Roberto Cox vivió en la Argentina entre 1959 y 1979, cuando tuvo que abandonar el país con su familia, amenazada por el gobierno de facto.
Su argumentación es de una lógica tan obvia como demoledora:” lo único que los periodistas debían hacer era cumplir con su trabajo.¿ Tan poco estimamos el poder de la pluma que no la utilizamos cuando nos amenazan? ¿Acaso pensamos que ocultando las noticias causaremos más impacto que publicándolas?”
“Hubo  una aceptación de la dictadura, como ya había ocurrido tantas otras veces en la Argentina. Todo el mundo acató vivir en una mentira. Desde 1930 se aceptó que los golpes militares eran una forma posible de acabar con las democracias y cuando se acepta un golpe, después hay aceptación de cualquier cosa. Con los militares hubo un holocausto, un tipo de genocidio, porque lo que querían, igual que los nazis, era eliminar a todos los que no eran o no pensaban como ellos.”

“Los grandes diarios faltaron mucho a su deber de informar lo que pasaba y los dueños de esos medios tienen una gran responsabilidad por ello. Estoy totalmente convencido de que se podrían haber evitado muchas muertes publicando con rapidez la noticia de la desaparición, porque los militares hubieran pensado dos veces lo que hacían: o habrían puesto a los secuestrados en una cárcel, legales, o los habrían dejado en libertad. Lo que pasa es que los medios silenciaron todo- tanto, que los familiares debían pagar las solicitadas que se publicaron con los nombres de los desaparecidos- y entonces los militares no tenían que dar cuenta de lo que estaban haciendo. Las instituciones del país colapsaron, entre ellas la salvaguarda y último recurso de la ciudadanía, que son los medios.

Desde el Partido Justicialista, en este triste recordatorio, del golpe cívico-militar más infamante de la historia argentina contemporánea , quiere aportar con las palabras de un intachable periodista extranjero, su homenaje a los 30.000 compañeros desaparecidos en esa larga noche que vivió la sociedad argentina desde el 24 de marzo de 1976 hasta los albores de la democracia en 1983.

Partido Justicialista de Tandil
Secretaria de cultura prensa y propaganda












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