domingo, 13 de febrero de 2011

Show mediático con "tachuela" Duhalde y el "momo" Venegas como actores principales


Nota bloguera: Transcribimos el Panorama Político Nacional de Agencia Nova; por delicadeza no incorporamos foto del Momo en la Sede del PJ Tandil abrazandose con ex-presidente, devenido en ultra kirchnerista.


Por Pedro Noel Romero, de la Redacción de NOVA.

El último viernes asistimos al más patético show mediático que la Argentina vivió en los últimos meses tras la detención del titular de la Unión Argentina de Trabajadores y Estibadores (UATRE), Gerónimo “Momo” Venegas, que no es ningún santo, por la causa de la mafia de los medicamentos, como tampoco es santo, virgen, casto y puro el juez Norberto Oyarbide, que ordenó esa detención; ni el fiscal Luis Comparatore.
Venegas, Oyarbide y Comparatore fueron protagonistas centrales de ese show para las cámaras de la TV y grabadores en 48 horas de cobertura en cadena de la noticia mientras la gente hace tiempo que está en otra cosa.
Esa decisión fue considerada por los justicialistas opositores enrolados en el Peronismo Federal (PF) como un ataque “al corazón del peronismo”, tal como exageró Eduardo Duhalde en la conferencia de prensa que esa fuerza política ofreció en la sede del Movimiento Productivo Argentino (MPA).
Por su parte, el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo dio a entender que se vive en la Argentina una pelea “ojo por ojo, diente por diente” entre kirchneristas y opositores, sobre todo tras la disputa por la resolución 125 de retenciones al campo, y vaticinó más conflictos por la sencilla razón de que es año de elección presidencial. 
Inmediatamente de producida la detención de Venegas se desató una virulenta presión de los medios periodísticos que desde la sanción de la nueva ley de medios audiovisuales siguen a la cabeza de la oposición al gobierno kirchherista, el citado PF y los distintos gremios alineados en la 62 Organizaciones que lidera el titular de la UATRE.
Las distintas expresiones de Eduardo Duhalde, Graciela Camaño y Luis Barrionuevo, este último en arengas desafiantes y desacreditadoras de la Justicia, una serie de “piquetes” en las rutas y puntos de acceso a la Capital Federal y La Plata, más una tapa del diario del monopolio Clarín del último viernes, lograron el cometido de amedrentar al juez Oyarbide que decidió adelantar la indagatoria del “Momo” Venegas, al que finalmente otorgó la excarcelación previo depósito (caución o fianza) de 500 mil pesos. También el respaldo de la Mesa de Enlace, de la que el sindicalista fue el principal fogonero durante el conflicto con el Gobierno en 2008.
En 72 horas, se dio en el país la irrisoria transmutación para quienes pretenden valerse del privilegio de manipular a la opinión pública, del híper mediático magistrado que pasó de ser considerado un juez serio, cabal y responsable cuando decidió procesar al funcionario K Héctor Capaccioli a convertirse en impresentable porque tuvo la osadía de ordenar detener al secretario general del sindicato de trabajadores ruralistas.
Entre el jueves y el viernes se dijo y escribió de todo. Se habló de una compensación de Oyarbide para quedar bien con el gobierno nacional y hubo una mezcla de agua con aceite cuando, en medio de las disputas entre políticos y sindicalistas en un año de elección presidencial, la Confederación General del Trabajo (CGT) que conduce el camionero Hugo Moyano emitió un documento en el que denunció que el proceder del juez federal constituía “un ataque a las instituciones sindicales”.
De esta forma, la central obrera salió a defender al dirigente ruralista no sin antes aclarar que lo hacía “más allá de las posiciones políticas diferentes”.
Entre los manifestantes en las afueras de los tribunales de Comodoro Py y la dirigencia política opositora que tenía su día de gloria con la cobertura de radios y señales televisivas de noticias, hasta hubo amagues, sobre todo de la defensa del gremialista detenido, de denunciar al juez por privación ilegítima de la libertad.
En lo que tiene que ver con la labor de los medios, fue un bochorno la cobertura, sobre todo de TN, con el periodista que preguntaba sobre el tema a la diputadaClaudia Rucci pero le adelantaba la respuesta, casi no la dejaba hablar. Fueron siete horas de preguntas inducidas por doquier.
En realidad, Norberto Oyarbide hizo lo que correspondía: lo detuvo por considerarlo sospechoso de integrar una asociación ilícita vinculada con la llamada “mafia de los medicamentos”, malversar fondos públicos y violar la Ley de marcas.
Hay a diario numerosas detenciones de personas y hasta existen en las cárceles y comisarías miles de ellas aguardando el debido proceso violándose incluso -en la mayoría de los casos- el beneficio de la presunción de inocencia, pero no tiene esa gente “la chapa” o trascendencia de Gerónimo Venegas, que por 48 se transformó en “mártir” preso.
Norberto Oyarbide flaqueó el viernes. Al mediodía, el fiscal Luis Comparatore le había arrojado un hierro caliente en sus manos con una posición favorable a la liberación del sindicalista, porque consideraba que no había razones para suponer que se fugaría, y marcaba diferencias sobre su situación de la de otros imputados en la causa de los medicamentos truchos y las estafas con subsidios estatales para enfermos graves.
Al final, el juez federal decidió excarcelarlo tras el pago de una caución de 500 mil pesos, y se tomará una semana o diez días para resolver si lo procesa o no.
Nadie resiste un archivo en estas historias que asemejan a un culebrón con un magistrado que tiene en la mira a varios sindicalistas y cada tanto mueve la causa de la “mafia” de los medicamentos primero para los medios periodísticos, tal como acostumbró a operar, curiosamente al igual que el fiscal Comparatore, que asomaron a sus funciones en plena etapa menemista y se caracterizaron (siempre) por ser oficialistas.
No resisten un archivo kirchneristas, menemistas, duhaldistas. Sólo exhibieron reflejos frente a este show mediático el radicalismo y la Coalición Cívica que lideraElisa Carrió, que salieron a diferenciarse de Duhalde y Barrionuevo y a instar a la Justicia a que sigan las investigaciones que derivaron de denuncias y la férrea posición que tuvo Graciela Ocaña como titular del PAMI durante la primera etapa de la gestión K.
Duhalde, que no puede siquiera ir tranquilo a los almuerzos de Mirtha Legrandporque los manifestantes del Movimiento “Darío Santillán” y familiares y amigos deMaximiliano Kosteki lo siguen para escarcharlo; Barrionuevo que alguna vez aconsejó dejar de robar por dos años para que el país salga adelante y mandó quemar urnas en Catamarca…
En las seis horas que duró el interrogatorio, Gerónimo Venegas negó todos los cargos pero comenzó a abrir el paraguas. De hecho, una vez conocidos los detalles contenidos en los expedientes, este domingo en notas radiales fue cauto al opinar sobre el juez y dejó entrever que pudo haber gente allegada a su gremio o dirigentes sindicales de otros gremios o empresarios que pudieron haber realizado maniobras para perjudicarlo.
Por los expedientes de la “mafia de los medicamentos” y las estafas con subsidios estatales para enfermos graves, el juez Oyarbide mantiene presos hace un año al titular de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola, su mujer, Paula Aballay, ySusana Fiona (ex directiva de la Obra Social Bancaria -Osba-)
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