lunes, 7 de febrero de 2011

Partido Justicialista: Se calientan los motores para ocupar el sillón de la Intendencia


Reproducimos una interesante nota sobre la vida interna del PJ tandilense, y sus aprontes para las primarias de 2011; es más interesante la nota, ya que el portal La Tandilura, es propiedad de un viejo amigo-y autor de algunos de los más célebres discursos- del Intendente radical y actualmente revista como  personal político de la Comuna de Tandil.Acá, la nota: 


"Su equipo de campaña comenzó con el diseño de su nueva imagen y será, después del autolanzado Tony Ferrer, el segundo candidato del peronismo en salir a la cancha. Raúl Escudero, el empresario-mutualista, hoy parece ser claramente la figura que habrá de oponerse en la modalidad del antisistema a la estructura de poder montada por Diego Bossio en nuestra localidad. El lanzamiento desde el tobogán, a pileta vacía, presupone un final de apasionante interna abierta con su detestada antítesis política, el concejalNéstor Yoísmo Auza.

Su cara, en contados días, será un afiche y poblará las paredes y muredones de la comarca como referente del sector Cambio Justicialista. Acostumbrado a las rispideces y los rituales de las internas, Escudero va por más, aunque, los que conocen a fondo el paño peroncho, le auguran que no la tendrá tan fácil como cuando se enfrentó y derrotó a José Rubén Sentis. Sobre todo porque lo que se viene, si ocurre, es una imprevisible interna abierta. Donde el peso del padrón cerrado pierde su valor más importante. Pero en algo el mutualista parece diferente, sobre todo si miramos el uniforme escenario bossiano que produjo la domesticación de la caja en la dirigencia vernácula. En ese sentido, su figura, quizá la única, se aleja largamente del paradigma K. En realidad ningún referente –ni siquiera el propio Bossio, aunque jamás lo vaya a confesar en lo público- es un K de pura cepa. Pero Escudero está en las antípodas y lo demostró cuando quitó la célebre letra del frente partidario. Luego la historia se escribió a la manera de peronismo lugareño: con traiciones y pequeñas miserias que lo dejaron, siendo el presidente del Partido, a la vera de la ruta y de los cargos.

Escudero, digamos, se la bancó bastante bien. Lo acostaron con un importante cargo en La Plata que nunca llegó, y quedó –tras una jugada de una malicia sin precedentes por parte de Néstor Auza- en un cuarto lugar de la lista de concejales en la elección de 2009 que, literalmente, lo sacó de la reelección de su banca.Pero el empresario-mutualista tiene algo a favor, que no todos acreditan: un aparato propio. Que le permite, además, prescindir de la política como sustento económico. Y sostener el imprescindible contraaparato, para el caso de estas internas. Ya que el Gran Aparato Oficial lo tendrá Bossio y quienes permanezcan bajo su cálido tinglado.

Por ahora lo que se sabe es que el natural de Azucena va por esos desafíos que tanto le gustan. Medir porotos, trabajar el cuerpo a cuerpo, sumarle sustancia peronista a un escenario donde el Frente para la Victoria –que es el universo ideológico del kirchnerismo- no lo digiere.

¿Quién, de la dirigencia de primera línea, caminará a su lado? ¿Lo viejos aliados, como Marcelo Cifuentes, lo acompañarán en el salto al vacío? Si alguien cree que Cifuentes observará algún tipo de condicionamiento hacia Bossio por el cargo que ocupa en la Anses, mejor debería mirar la historia del escribano. Se tejieron todo tipo de fábulas y leyendas cuando aceptó la candidatura a Intendente en 2007, desde la promesa de cargos en el orden provincial hasta favores ligados a su propia profesión, y nada de eso, en efecto, ocurrió. Su candidatura, y la pequeña fortuna personal con que costeó aquella campaña, sirvió para posicionarlo en la opinión pública (y en términos generales hizo mejor elección que el propio Auza haría dos años después); por otra parte, no son pocas las voces que también referencian a Cifuentes como un potencial candidato en 2011, aunque se conjetura que para él esa experiencia está decididamente agotada.

Con Ferrer lanzado por La Cámpora, y Auza apretado desde la superestructura para que acepte poner la cabeza en una general muy difícil contra Miguel Lunghi, Escudero se pone la pilcha de precandidato mientras en el horizonte aparece la sospecha de una interna abierta que podría llegar a ser apasionante: la del empresario-mutualista contra el ex rector de la Unicen. Veamos el choque de dos trenes de frente. Los dos cancerianos, ambos de exacerbado narcisismo, los dos de breve estatura, los dos rencorosos. Uno, ilustrado pero tecnócrata, sin empatía para seducir al electorado; el otro, sin marco teórico pero intuitivo, astuto y con severas dificultades de anclaje en los sectores medios. Los dos ambiciosos y personalistas hasta el caracú.

Si la sangre llega al río, la interna será para alquilar balcones."

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