sábado, 14 de agosto de 2010

La ciudad de los espías( lectura para el fin de semana largo)

Este fin de semana largo, es propicio para retomar algunas lecturas demoradas durante el mes, producto de las actividades laborales. Les acerco una interesante viñeta del corresponsal del Diario La Vanguardia de España, en la tierra de mi padre, el Líbano. 

Tomás Alcoverro 
Chemlan es un bonito pueblo de la montaña libanesa con bosques de pinos. Pero no se hizo famoso por su arbolado paisaje, por sus bellas casas rodeadas de jardín, sino por su escuela, la más prestigiosa delOriente Medio, donde se enseñaba el árabe a los extranjeros. Fue allí donde estudiaron muchos espías de todo el mundo. La escuela fue cerrada hace años al alborear la contienda civil, pero Beirut continua siendo un propicio nido de espías con o sin guerra fría ,ras la mítica época de Kijm Philby que paso a la KGB después de haber trabajado por cuenta de Scotland Yard. En el pequeño Líbano los espías, los agentes dobles o triples,los miembros de los servicios secretos o Mojabarat como los llaman en árabe, actúan a sus anchas, aprovechando la debilidad del estado, la fragmentación de sus identidades confesionales, las hondas injerencias extranjeras. La historia compleja de sus conflictos bélicos, de los súbitos cambios de alianzas de los señores de la guerra, de sus intermitencias de excitación violenta y tiempos de bonanza, solo pueden entreverse a través de la poderosa acción subterránea y criminal de sus redes de espionaje. Hubo un tiempo en que en el oeste de Beirut donde residíamos un puñado de periodistas extranjeros, era muy frecuente preguntar: "¿Quién es quien en la ciudad?". Porque todo el mundo sospechaba que los corresponsales desempeñaban además otras actividades. Un buen día, cansado de las preguntas, se me ocurrió decir: "Si, yo soy agente de los servicios secretos del principado de Andorra"…

Ningún magnicidio, ya sea de jefe de estado, primer ministros, embajadores, caudillos de milicias, ningún atentado por mortífero y escandaloso que fuese, ha sido nunca esclarecido. Sus autores obran con absoluta impunidad porque las pistas, los indicios, las pesquisas se enmarañan hasta tal extremo que es imposible, al final, identificarlas. Ya "Abu Iyad" que fue el hombre de confianza de Arafat en el apogeo de la OLP, declaró en Beirut en la década de los setenta que "muchos atentados con bombas, asesinatos, secuestros no eran otra cosa que un aspecto de la guerra de los servicios secretos, un medio para mantener vivo un conflicto por parte de aquellos que buscan prolongarlo". Americanos, europeos, comunistas, muchos regímenes árabes, como Siria, Egipto, Iraq, Libia, no digamos ya estados como Israel, e Irán, o como la resistencia palestina, contaban con sus agentes en esta capital del Mediterráneo Oriental.

El final de la guerra fría de los EE.UU. y la URSS, no acabó ni mucho menos con la actividad multiforme, a veces inaprensible, de los servicios de espionaje. Al contrario, los conflictos del Oriente Medio, han aumentado y se han agravado, contradiciendo todas aquellas ingenuas teorías occidentales que proclamaban, a bombo y platillo, el final de la Historia. Si algunos se han hecho mas discretos o bien han menguado de fuerza, a causa de las sacudidas históricas internacionales, otras han cobrado mas vigor como, por ejemplo, los del Hizbollah e Israel en su guerra secreta en este reducido territorio estratégico, anhelado balcón mediterráneo iraní. A los cinco años del atentado contra el exprimer ministro Rafia El Harriri potentado hombre de negocios libanés suni, protegido por el reino de Arabia, antaño aliado de Siria, hasta que planto cara al régimen de Bachar el Assad de Damasco no se ha conseguido aun que el Tribunal especial del Líbano con sede en La Haya hubiese llegado a redactar su acta de acusación. Ante las insistentes especulaciones de que podrían quedar comprometidos miembros del Hizbullah en su muerte, su secretario general , el jeque Nasrallah difundiendo videos aéreos grabados desde aviones israelies del itinerario por Beirut poco antes de emprenderlo aquel 14 de febrero del 2005 por el convoy de Hariri, captados por su propio sistema de vigilancia, revelando informes de espías detenidos ,a sueldo del Mossad, que no fueron tenidas en cuenta por el Tribunal en la instrucción del sumario, ha tratado de demostrar con estos indicios mas que pruebas, la complicidad del estado judío en dicho atentado. Como parte de las investigaciones judiciales se han basado en comunicaciones de misteriosos teléfonos móviles usados por jefes de la seguridad libanesa, o del servicio de inteligencia del Hizbullah anteriores a efectuarse la explosión, intenta persuadir a la opinión publica, en lo que el mismo denomina "guerra de la opinión publica", que este órgano no es imparcial al no tener presente la pista israelí.

La guerra de Israel y el Hizbullah es una guerra a muerte. En el Líbano desde el año pasado ya han sido detenidas mas de ciento cincuenta agentes entre ellos un general retirado, vinculados con el Mosad. Y los servicios de contraespionaje israelí descubrieron que el Hizbullah había obtenido que árabes de nacionalidad israelí, le proporcionasen informaciones sobre ele general Gabi Askenazi, jefe del estado mayor del "Tsahal"…Muchos países tienen sus agentes secretasen esta capital. Numerosas embajadas -¡hay incluso un consulado honorario de al republica de San Marino!-cuentan con agregados diplomáticos, camuflados miembros de inteligencia. Beirut, vulnerable y sensual, es el infernal paraíso de los espías.(fuente: la vanguardia)

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