“Si quieren jugar, juguemos: hay que darle a los Docentes un porcentaje mayor al de la paritaria nacional, después, que lo paguen”, sinceró frente aINFOCIELO un ministro del gabinete provincial la estrategia que aplicó Scioli en la provincia.
La teoría de redoblar la apuesta a la que recurrió Daniel Scioli para contrarrestar la presión que –como al resto de sus pares- le impuso el acuerdo salarial que sello Alberto Sileoni, tenía, además, un bonus track a su favor: dejaba en off side a Mauricio Macri, con quien suele protagonizar histéricos reproches cruzados por presuntas (i)responsabilidades que siempre son del otro, en medio de la negociación que éste llevaba adelante en Capital Federal.
Lo consiguió a medias: el mismo día en que la Provincia coronó con los representantes sindicales un ‘pre-acuerdo’ salarial, los 17 gremios porteños escupieron su bronca por los medios ante la miserable oferta salarial del ex presidente de Boca, utilizando, justamente, la bandera bonaerense.
La decisión del gobernador de redoblarle la apuesta a la Nación tiene también, una contra: profundiza, si es que hay margen para seguir haciéndolo, la dependencia del Gobierno bonaerense con la Casa Rosada llevándolo hasta el extremo mismo de la supervivencia.
Sólo con la negociación salarial de los docentes, la única –aunque más importante- que puede mostrar finiquitada de una lista de estatales con idénticas pretensiones salariales que es bastante más larga; Scioli se gano la preocupación extra de reunir $ 2.200 millones más para cumplir con el acuerdo firmado con el Frente Gremial la última semana durante todo el año. Sólo con esa masa salarial nueva, el Ejecutivo tendrá que salir a buscar $ 13.000 millones para lo que resta del año, y todavía tiene que sumar –como se dijo- al resto de los Estatales, además de a Policías y Penitenciarios.
Tiene un haz en la manga con el que piensa seducir al sector público en el discurso por al inauguración del período 138º de sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa el próximo lunes. O, mejor dicho, lo tenía: la equiparación de las asignaciones salariales, un reclamo histórico de todo el sector público que el Gobierno resolvió ejecutar a partir del 1º de marzo e iba a anunciar Scioli en su alocución ante la Asamblea, lo anunció finalmente Roberto Baradel al término de la reunión que mantuvo con el gobernador y parte de su equipo para formalizar la aceptación de la oferta salarial: “A partir del primero de marzo, la Provincia va a equiparar las asignaciones familiares de estatales y docente”, le dijo a INFOCIELO ese mismo jueves.
Aunque a medias, la concreción de una suba salarial retrotraerá a Scioli hasta marzo de 2008, cuando abría la sesiones ordinarias “verdaderamente orgulloso (porque) 4 millones y medio de alumnos de la Provincia, acuden a las aulas, comenzando las clases” y con un expreso “agradecimiento, a los 280 mil docentes y a los gremios que los nuclean”. Como hoy, le había costado caro aquella situación: fue una extraña negociación salarial en la que el Ejecutivo, temeroso en el epílogo de su gestión, no se atrevió a discutir “ni una coma” la el reclamo del Frente Gremial.
En 2009 extrañó aquella emoción de arrancar el año sin paros en las escuelas que había experimentado el año anterior: “convoco a una nueva reunión paritaria que permita abrir las aulas y les pido a los docentes comprensión y responsabilidad”, les dijo hace exactamente un año a quienes esta vez, seguro, volverá a agradecer por los millones de pibes en el aula.
Fuente: Info Cielo
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