jueves, 4 de noviembre de 2010

"Es el Pueblo, estúpido". (recomiendo lectura de InfoCielo:¡ excelente!)




 

“Ni durante la gestion de su esposo, ni durante la suya, se remató una sola hectárea de campo en la Argentina, y jamás hubo tanta rentabilidad en el sector. Muchos dirigentes agropecuarios deberían estar aca, ahora, pidiéndole perdón a Néstor Kirchner”. La frase no la escuchó el ex presidente cuyos restos yacían frente al ignoto productor agropecuario que se sumó, entre lágrimas, al incesante peregrinar de gente que se acercó a despedirlo. Pero calaron hondo en la presidenta viuda que no pudo evitar quebrarse en un sentido llanto que ocultó fundiéndose en un abrazo de agradecimiento a ese perfecto desconocido.
El chacarero no fue uno más. Entre cientos de miles que se llegaron para despedir al ex mandatario fue, tal vez sin proponérselo, distinto. Porque además de llorar al ex presidente muerto, dejó sentada una verdad que nada tiene que ver con esas lecturas del alma que a veces pueden interpretarse en términos de la subjetividad política. De la pertenencia. El tipo quería a Kirchner por cuestiones concretas. Por hechos tan ciertos como irrefutables. Es fácil comprobar, sin interpretaciones politizadas que contaminen el análisis, si se remató un campo o si creció la rentabilidad del sector.
En la plaza también hubo viejos. De los que aportaron poco porque ganaban poco y de los que no aportaron porque ganaban nada. Fueron a agradecerle que creciera durante estos años su nivel de ingresos. Porque el viejo, además de paciente, es un agradecido de la vida. Ellos, celebraban los aumentos de sueldo y la posibilidad de acceder a una jubilación de las amas de casa, no tanto por lo que significase en términos estrictamente económicos, después de todo el valor de las jubilaciones mínimas sigue siendo crítico, sino por el modelo de distribución que cambiaba la lógica en la que ellos habían sido marginados al lugar de losrecortables.
Estaban allí aplaudiendo el triunfo de un sistema que revertía su situación posicionándolos en el lugar de laesperanza. Porque frente a ese sistema estaba el otro: el del recorte del 13%, el de la privatización de sus ahorros para que unos pocos hicieran plata con su plata. Y la verdad es que para ellos, la discusión acerca del veto presidencial al 82% móvil, incluso para los que cobran la mínima, no hacía al fondo. Porque la esperanza en la que se los empujó a vivir a fuerza de pequeños, es cierto, pero insistentes aumentos, los convenció de que más temprano que tarde llegarán a una jubilación digna. Y mientras tanto subsisten, que es bastante más que cagarse de hambre como hace algunos años.
Y hubo trabajadores. Muchos trabajadores. Gente entrada en años que abandonó la juventud hace mucho tiempo pero que recuperó también una esperanza tan movilizadora como la de los viejos. La esperanza de que vale la pena comprometerse otra vez con la vida política, y sus luchas. Porque ahora se saben actores centrales de las contiendas que hace una década atrás veían como espectadores. La batalla entre el Poder Político y los Grupos Concentrados a la que nadie los invitaba, pero de las que siempre salían lastimados.
Y había madres llorando. Mujeres tambíen grandes, algo desvencijadas y siempre aparentando varios muchos años más que los que denuncia su documento porque la pobreza curte la piel. La lastima. Y porque preocupadas por alimentar a sus hijos, la crema está bien abajo en el orden de sus prioridades. Antes excluidas del sistema que lograron ascender al lugar de marginales. Un avance bastante precario, es cierto. Pero cada paso que dan para esquivarle a la pobreza robustece sus esperanzas. Alguna vez quizá alguien les explicó que la Asignación Universal por hijo que reciben es dinero que el Estado reparte y que antes les servía a los que más tienen para entretenerse con la timba financiera que les permitía acumular más. Pero resulta que para los medios eran, antes que desprotegidos a los que el Estado atendía, una potencial banda de delincuentes que le robaban el dinero a los pobres jubilados.
No es cierto que sólo hubo jóvenes. Los hubo, sí, y en gran medida. Y está bien que se destaque su participación porque al fin y al cabo ellos son los garantes de la continuidad de un proyecto de país. Serán, dentro de poco, quienes estarán dispuestos a dar la batallas que sean necesarias para ver realizado su ideal de Estado. Pero en algún punto tiene más lógica y es más fácil de interpretar su participación que la de los otros actores sociales, más grandes, un poco viejos y algo más –mucho más- golpeados, que también lloraron y aplaudieron. Y levantaron la bandera con el nombre del pingüino. Porque al joven lo define la rebeldía, yNéstor Kirchner supo rebelarse contra algunas situaciones planteadas como irrefutables propiciando cambios estructurales que alumbraron una nueva realidad en la Argentina. Porque al joven lo caracteríza la trasgresión, y vaya si éste santacruceño no los representaba.
Convencer a los más grandes, al castigado; al sector que la política misma marginó del sistema de toma de decisiones denigrándolos al rol de meros observadores de una puja entre poderes que les resultaba ajena, aunque los hería, es una tarea más brava que requiere de mayor esfuerzo. Atraer a la participación de la vida política una vez más a quienes llenaron las plazas en el amanecer de la Democracia vitoreando a Italo Lúdero gastándose las manos aplaudiendo a Raúl Alfonsín, cuando la propia dirigencia los había expulsado se me antoja una tarea más complicada que la de sumar a quienes, espíritus rebeldes al fin, están predispuestos a ser convocados a movilizarse.
La suma de todos los sectores en las plazas, no sólo en la mítica Plaza de Mayo sino en las ubicadas a lo largo de todo el país, incluso en territorios a veces olvidados, resignificó una frase cargándola de sentido positivo frente a la vida y enterrando en el tren de la historia su interpretación repugnante de algunas pocas décadas atrás: Algo habrá hecho este tipo desprolijo, a veces un poco autoritario y portador de una particular forma de defender sus ideas para que tanta gente lo llore.
Porque en la plaza estaban los jóvenes, sí; pero también había viejos mezclados con trabajadores y abrazados con madres desocupadas. Y junto a ellos las otras, las del pañuelo histórico. Las de la lucha inclaudicable. Y eso se llama Pueblo. Pueblo que decidió salir a las calles o que lloró en sus casas. En la plaza no había gente comiendo choripanes ni degustando gaseosas cola, o bajándose de una interminable hilera de colectivos. Había un Pueblo movilizado de manera ciertamente espontánea y sin mas motivación que la de defender un proyecto que creen propio, por el que volvieron a sentirse actores centrales del régimen democrático. La Plaza y la despedida de los restos del ex presidente enterraron además la visión distorsionada de que la Democracia se ejercita plenamente cada dos años, frente a una urna.
La verdadera Democracia, por la que uno siente que vale la pena luchar, es la que surge espontánea desde lastripas y se transforma en acción para defender un proyecto, una idea, un país. El pueblo volvió a dar una nueva lección de Democracia. Dijo: acá estamos, y cuidado con que se les ocurra, una vez más, marginarnos de las peleas en las que se define el destino del país. Ahora, nosotros también somos actores centrales. Sepan que cuando critican un modelo, nos están bastardeando a millones lanzados definitivamente a la calle para defender nuestros derechos y pelear por nuestras ideas.
Es cierto que tenemos todavía una democracia renga. Algo joven. Tan cierto como que hace cuatro días elPueblo se encargó de demostrar que está más de pié que nunca. Y cuando el Pueblo actúa, la Democracia se consolida. Y avanza. Bienvenido sea.
                                                                                                                                                          fuente: info cielo

1 comentario:

  1. El problema me parece que lo TRABO el pibe LOUSTEAU pués el sistema de aumento del IMPUESTO al subir el CEREAL era agobiante para el pequeño productor.
    El problema es que la retención es impuesto que se translada PARA ATRAS o sea en lugar de pagarlo CARGill lo paga el productor y no tiene porcentual de conformidad a los quintales producidos.
    Fíjense que LOUSTEAU se estaba PROMOCIONANDO EN LA REVISTA DE LA NACION tres días antes de morir NESTOR.
    Corrigiendo injusticias creo que se podría llegar a un acuerdo inteligente hasta con la soja.
    NO PROBLEM MUCHACHOS QUE TENEMOS UN GOLPE TODOS ENCIMA Y ME PARECE QUE ES DE LAVADORES DE DINERO se han fijado en que los cajeros automàticos estàn dando cada vez màs billetes falsos.

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