domingo, 19 de septiembre de 2010

De Videla a videla: Líneas abiertas a J. R. videla







El genocida Jorge Rafael Videla... admitió que el Ejército fue "cruel, pero no sádico". ...En relación a los testigos aseveró escuchar testimonios “poco espontáneos y hasta diría teatralizados...  el único denominador que los une es haber pertenecido al terrorismo...”(Nova, 17 septiembre 2010)

Ésta pretende ser una humilde carta abierta de un Videla albañil a un videla genocida, es que usted sabe videla hay diferencias entre un Videla y videlitas. Mueve mi pluma las ansias de justicia porque no deseo que nunca nadie en nuestra patria quiera ser justiciero bicicleteando al poder Judicial.
Nunca las organizaciones armadas fueron desde el punto de vista militar una amenaza, lo que ustedes encubrían como pretexto (lucha contra la subversión, el comunismo ateo...) fue para consolidar el modelo de Patria Financiera... y así nos fue a los argentinos, nos robaron todo, desde las fábricas de la Patria Productiva hasta las Escuelas Industriales, total para que las querría Argentina si lo importante se cocinaba en la timba de las Bolsas de Valores y las órdenes del FMI. Los capitalistas vaciaron sus fábricas para invertir en el extranjero los desfalcos. Fue tanto el dinero viajero que los entes económicos mundiales no podían concebir que Argentina con tanto billetes afuera no “quisiera” pagar la deuda externa... Hasta las abuelitas aprendieron a correr de un banco a otro para cambiar ahorros de días dónde hubiera mejor interés, una carrera para llegar “casi” a fin de mes. Subordinados a Wall Street nuestros campos deberían ser los únicos generadores de trigo y soja, compartiendo con los pocos dueños de tanta tierra el negociado de toda la historia patria. Pero a los hechos pecho, tampoco les hicieron favor al campo de campesinos ni de hacendados, recordar que se ofrecían en venta por moneditas estancias y fincas. Las adquirían testaferros extranjeros. ¿Eso es hacer patria? Mintieron hasta con los goles del Mundial del 78, comprados siete al Perú... mintieron que ganaban en Malvinas; mintieron a los propios pilotos héroes y mártires; mintieron sobre chicos ahogados en el Belgrano... mintieron las causas de la misma guerra que no fue anticolonialista sino porque el pueblo les estaba perdiendo el miedo y salía a manifestarse... mintieron a los ex combatientes dejándolos sin honores ni dividendos. Ustedes de guantes blancos y ellos mendigando por los trenes, Astiz fanfarroneando en Playa Grande y usted en domicilio debido.
Crimen y falsedades se dan la mano, la suya que además es sangrienta no puede pasar como que no provocara espanto, ni NN ni centros de torturas, ni seres vivos arrojados al mar desde aviones patrios. Si fueron terroristas al estado le correspondería juzgarlos con todas las garantías de las leyes, como se hace con ustedes.
¿A usted le parece creíble que nuestros hijos, su madre y a mi cómo jefe de familia católica y cómo ciudadano irreprochables que somos terroristas? Y si se le ocurre contestarme le ahorro la frase, hablará de daños colaterales, de excesos... Patrañas pero al fin de cuentas la historia le desnudará.
Estas líneas las escribe un Videla, no perfecto pero decente y trabajador, padre de familia numerosa y, según usted, terrorista. Usted también es videla, llevamos las mismas fuentes consanguíneas cuyanas, nos diferencia una V de venceremos con una v de genocidio. Sepa que me avergüenzo del apellido, no quiero llevar el del Hitler made in Argentina. Intenté con el abogado Marcelo Palermo cambiarlo, pero allí quedó el expediente durmiendo en la cuna de sus esbirros. En mi exilio en Suecia lo logré en cinco minutos. Mis hijos (ocho) y mis hermanos (14) como mis sobrinos y parientes no están de acuerdo, aseguran que no debo avergonzarme, que nunca maté a nadie que el que se tiene que cambiar el apellido es el dictador porque él sí asesinó sádicamente, no merece llamarse Videla.
Criminales como usted, ex señor y ex general, , en misas paladean ostias, rezan, creen en el Dios de los católicos, a Él entonces le rendirán cuentas y ni siquiera tendrán el honor de ser juzgado por el Padre sino que directamente irán a  la hoguera eterna... Si preguntan hoy día, vivitos y maldiciendo, el “por qué al infierno si cumplimos con el deber  y la obediencia debida”, al contestarle dejaremos de lado que me picanearon a un hijo dentro de la panza de su mami (Mariano), dejaremos para vuestra conciencia ensangrentada una nena robada (Irene), dejaremos que usted se mienta y diga que no hubo sadismo... Con una de las leyes de su Dios católico sobrará, dice “no matarás”. 

(*) rafaelvidela@hotmail.com


Nota: Rafael "Grillo" Videla, es un argentino residente en Suecia, un amigazo.

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