domingo, 29 de junio de 2008

Diario de viaje ( fines de marzo en semana santa)

Nota del Blogger: ...Y fue al comienzo de los acontecimientos que los argentinos vivimos-de manera paradojal y haciendo alarde de nuestro "ser existencial"- en estos tres meses de 2008. Relato un viaje de placer a las sierras cordobesas. He aqui los hechos:

Crónica desde el Paravaschaca 2008.

Día 1.- Salimos con lluvia hacia Villegas, primer tramo del viaje; ese miércoles se anunciaba alerta metereológico para toda la zona noreste y norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Córdoba y Santa Fé. Viajamos hasta nuestra primera parada de noche. Hasta Olavarría con mal tiempo y después mejoró hasta llegar a Villegas.

Día 2: Siete de la mañana ponemos rumbo a La Pampa hacia Cariló; elegimos el camino más largo y menos transitado rumbo a la provincia mediterránea. Zona baja y casi desértica de la pampa húmeda. Mucho salitre y bañados que hacen un contraste notable del corredor de Bolívar hasta la Costa por la 226, de donde veníamos. No paramos el motor-como canta Papo- pero sí prendemos la radio. Sobrevuelan las noticias sobre el lock out patronal agropecuario.

Vicuña Mackena: primer piquete. Duro y combativo. No pasa nadie. Se abre cada quince minutos para autos y micros. El ambiente se corta con gillette. Hay mucha bronca entre el paisanaje; es un decir, paisanos siglo XXI; favorecidos por el tipo de cambio, salvados en 2002 por Duhalde del remate y engordados tras cuatro años de precios en alza. Cada piquete parecía la “Expoagro”: camionetas importadas, casi todas Toyotas, algunas Ford y Chevrolet; maquinarias agrícolas de última generación y señoras de punta en blanco repartiendo panfletos sobre sus “pesares” económicos.

El destino era Anisacate- a 7 Km. de Alta Gracia-. En Río Cuarto la cuestión se puso seria; logramos desviarnos por un camino de tierra-antes que llegaran los gauchos a caballo para interceptarnos-y cruzando todo el centro de la populosa ciudad de Norita Dalmasso superamos el enorme embotellamiento de cientos de camiones, autos y micros.

El próximo piquete estaba en Berroataran; ¡Suerte! Llegamos justo cuando se abrió el camino en nuestra dirección. Llevamos una hora y media de retraso, de acuerdo al plan de viaje que trazamos en Tandil el día anterior. El dilema era Almafuerte: el corte era impasable... No abrían la ruta a nadie. Optamos al llegar al desvío hacia Embalse ir por ese camino. Era más sinuoso pero libre de cortes y lejos la mejor vista paisajística de las serranías cordobesas rumbo a nuestro destino.

De paso-nos consolamos y gratificamos- recorrimos el hermoso y peligroso camino de montaña (bueno es un decir); al mediodía llegamos a Villa Gral. Belgrano, dispuestos a caminar sus pintorescas construcciones alpinas. La impronta de la inmigración de los pueblos centroeuropeos se respira en todos lados; su arquitectura, sus negocios, las artesanías, la comida, su exquisita repostería, etc, etc.

Hay una historia negra sobre este paraje cordobés: ser un refugio de alemanes nazis fugados después del año 45. Los residentes-lógicamente-lo niegan. En la época del Gobierno del Dr. Arturo Frondizi cambia de nombre, de villa victoria a Gral. Belgrano.

Visitando algunos negocios se respira algo de esta historia de nazis, guerras y misterios. ¡OH! Casualidad-el mundo es un pañuelo-un importante funcionario municipal, el mismo día y a la misma hora, vagabundeaba por entre las artesanías y artículos de dudoso origen alemán (tipo segunda guerra mundial); con mucho interés y curiosidad entraba en negocios abarrotados de recuerdos y porquerías para turistas compulsivos. ¡Son las cosas del destino ¿no?!

Bueno, nos fuimos a comer salchichas gordas con chucrut al Ciervo Rojo, el tradicional restaurante de la Villa. A la cinco de la tarde llegamos a Anisacate.

Día 3: Una mañana a pleno sol y temperatura ideal para bañarse entre rocas y aguas transparentes del río anisacate. Comenzamos a disfrutar de esta semana santa en las sierras cordobesas; entre el río, las sierras-como telón de fondo- un buen libro y pescados de río, nos ocupa toda la mañana.

A la tarde, rumbeamos hacia Alta Gracia. Recorremos la Misión Jesuítica, posterior casona de Liniers y actualmente patrimonio histórico de la humanidad. El riquísimo museo y sus amplias galerías y patios son una experiencia recomendable para aquellos espíritus sensibles a conocer nuestro pasado patrio. Forma parte-este complejo- del camino de las misiones jesuíticas de la provincia. La UNESCO las declaró patrimonio de la humanidad.

Hacemos tiempo y nos acercamos a la casa donde vivió Ernesto Guevara; hoy convertida en museo. Es un clásico. Cada visita a estos pagos, nos atrae volver a visitar el solar cordobés, donde el Che vivió sus años de niño y comienzo de su adolescencia. Nos encontramos con un museo renovado (un par de años atrás habíamos llegado para la presentación del libro de Calica Ferrer “De Ernesto al Che”), después de la visita de Fidel Castro y Hugo Chávez. Algún talismán atrae a cientos de extranjeros a pasear por sus habitaciones y leer cartas, ver fotos, libros y enseres domésticos de la Familia Guevara Linch y De la Serna. Era un día para aprovechar; casi anocheciendo, visitamos la Casa de Manuel de Falla- hoy convertida en museo-. Volvemos, ya de noche, a Anisacate. Dormimos como lirones.

Día 4: Es sábado. Llovió toda la madrugada hasta el mediodía. Decidimos ir a Córdoba Capital. La lluvia y el feriado nos presentaron una ciudad casi desierta, pocos transeúntes por sus calles y paseos. Hacemos un poco de Shopping y visitamos la vieja Cárcel de Mujeres- hoy reciclada-, convertida en un paseo cultural y de ocio en plena capital mediterránea.

Al mediodía nos vamos, por la autopista, a Villa Carlos Paz. Un mundo de gente. ¡Insólito! casi no podemos almorzar. Los restaurantes cierran a las 15 hs hasta las 19 hs ¡en pleno fin de semana largo y turístico! Estamos en Argentina. Los cordobeses con vasta experiencia en el negocio del turismo, también son argentinos. ¡Cosa de locos!

El río San Antonio está al tope; el lago San Roque también rebalsa de agua y una inmensa cola de Km. de autos se dirigen al dique. Imposible llegar. Anochecía, y volvemos a Alta Gracia.

Día 5: Domingo de Pascua. ¡Basta de pescados! Preparamos el fuego para asar el cabrito, acompañado con papas hervidas enteras y ensaladas de rucula y otras multicolores. Es todo un ritual: poco fuego y sin salar el animal se va cocinando hasta adquirir un dorado especial del lado de las costillas y ahí nomás, darlo vuelta; hora y media a más tardar y está a punto. Un manjar del norte argentino. Es impagable. Prerrogativas del hombre de los cerros norteños. El chivo fue devorado en lo que canta un gallo.

Nos preparamos para viajar al día siguiente. ¿18 cortes de ruta nos esperaban? Las noticias no eran alentadoras…

Día del regreso: Es el 24 de marzo-amanece con sol a todo motor-. El día anterior cargamos combustible en Alta Gracia. Pagamos $0.15 por litro más caro: derecho de playa; en Córdoba se resisten los estacioneros a eliminar el adicional. Arrancamos a las 7 de la mañana rumbo a Embalse por la ruta de los cerros, hasta Río Tercero, Río Cuarto, Huinca Renanco, Vicuña Mackena, entramos a La Pampa hasta Realicó y doblamos hacia el Este rumbo a Villegas. Se siente un alivio cuando entramos a la Provincia, nuestro hogar; hay algo en los bonaerense-que no exteriorizamos ni intelectualizamos-que nos hace diferentes. Sentimos un placer y un alivio cuando vamos acercándonos a nuestro pago.

Había retenes en todo cruce importante; los piqueteros en 4 x 4, anteojos Ray Ban y empirifoladas-las damas- como para un casamiento, explicaban sus razones y por que estaban haciendo lo que criticaron a lo largo de todo este tiempo a los excluidos y marginados de la Argentina. Bueno en total perdimos una hora de viaje.

De Villegas por la 226 enfilamos el tramo restante: a las 20 hs llegamos a casa.

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