jueves, 28 de noviembre de 2013

Mar del Plata: Festival de Cine, alegría y una multitud disfrutando el finde largo de noviembre

 "Mire que lindo es mi país paisano/si Usted lo viera como yo lo ví"...Así cantando nos despedimos del fin de semana largo de noviembre de la ciudad balnearia por excelencia en nuestra provincia: Mar del Plata. Llegamos el sábado a la mañana, y la perla del atlántico ya era una fiesta; en el mejor sentido de la palabra, aquella que Ernest Hemingway  nos deleitara en su inolvidable novela "Fiesta", donde nos describiera el mundo de las corridas de toros en su máximo esplendor.
Las calles rebozaban de turismo, la peatonal era un infierno de gente; todos con sus regalos y bolsas de compras. Cientos de muchachitos y chicas cantaban al son de las palmas y la alegría de estar en la Feliz. Nadie se quejaba de nada, todos disfrutando de la vida y el deporte que los había convocado a la ciudad. Todas las naciones hermanas de Latinoámerica estaban con sus delegaciones deportivos paseando por el centro comercial. Como por arte de magia había desaparecido ese deja vú que los porteños impregnan en el verano al tránsito citadino. Pocos bocinazos y muchos trabajadores jovenes de vacaciones en los hoteles sindicales.
Nuestro viaje tenía un objetivo: el Festival Internacional de Cine. Una vieja invitación al cierre nos había hecho llegar a la otrora ciudad de la Patria de la Felicidad; aquella de los años cincuenta, en pleno peronismo al palo con Perón y Eva.  Aprovechamos el envión que teníamos del Tandil Cortos de principio de noviembre y nos imbuímos en el cine de festivales: un cine experimental y que nos augura las tendencias de lo viene en los próximos años en el séptimo arte. Este nuevo Festival colmo las espectativas que teníamos. Vimos Alemania, año cero de Roberto Rossellini, A Touch of Sin de Jia Zhangke, y una que recomendamos: la argentina "Fantasmas de la Ruta" de José Celestino Camposano, de 210 minutos de duración; recibió varios premios y menciones.
Días de sol y nubes, mucho viento y lluvía el domingo a la noche, no impidió que mardel recibiera a mas 100 mil personas en este fin de semana largo. El lunes nos despedimos de la ciudad atlántica con la imagen de la Rambla, repleta de gente, artístas y una impresionante competencia de Skate que hacia de este paseo un mundo de turistas y un gentío que explayaba su alegría y la vida vivida a pleno, a pesar de los agoreros de siempre. No podemos dejar de incluír una imagen que resume el estado de miles de visitantes: una pareja bailando en la explanada del Hotel Provincial al son de las canciones que los artístas callejeros brindaban. Una explosión espontanea de alegría, que nos inspiró para agrega a la canción con que iniciamos el post: "Mire que es lindo mi país paisano/ Si Usted lo viera como yo lo ví/ había unos pocos amargados/ pero la mayoría estaba feliz...

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