Está claro que el establishment está incómodo. No sólo porque perdió la batalla ideológica, sino fundamentalmente porque el Gobierno está demostrando que se puede gestionar exitosamente de una manera radicalmente opuesta a la que postula el pensamiento conservador.
El año 2010 cerró con cifras contundentes en materia de crecimiento económico, baja del desempleo, aumento de la inversión y acumulación de reservas, aún luego de los pagos de deuda realizados. Mientras tanto, la política monetaria ha cuidado estrictamente el equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero, con el objetivo de aumentar el nivel de remonetización de la economía, extender la cobertura de los servicios financieros, es decir, incrementar el grado de bancarización y permitir que el crédito crezca, especialmente el crédito a la producción. El desempeño de la economía argentina desde 2003 ha dejado claro no sólo que las políticas neoliberales están erradas sino que existe un camino concreto y sostenible para avanzar en la industrialización de la Argentina y mejorar la distribución del ingreso.
Finalmente, esta es la única forma posible de desarrollo y, lo que es más importante aún, es que hemos podido probar la sostenibilidad del régimen macroeconómico luego del impacto de la crisis internacional durante el año 2009. Argentina enfrentó la crisis global manteniendo inalterables los fundamentos de su economía, protegiendo el empleo y la producción y está encaminada a profundizar el modelo de crecimiento.
La autora es la presidenta del Banco Central de la República Argentina. (Agencia Paco Urondo)
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