Héctor Pedro Recalde*
Cuando se observa que desde medios de comunicación hegemónicos –en realidad partidos de oposición encubiertos- y algunos de sus satélites se demoniza al sindicalismo, les podríamos preguntar que hacían ellos en abril de 1979.
Hoy vamos a refrescar la memoria de la diferencia que existe entre aquellas complicidades y la valentía que en los hechos –y no retóricamente- demostró el movimiento obrero organizado, valentía que entonces, parafraseando a la Presidente, sí pagaba un alto precio (supresión de la vida, privaciones de libertad, torturas, persecuciones).
Hoy se conmemora el 32º aniversario de la primera Huelga General Nacional contra la dictadura militar convocada por la “Comisión de los 25”.
La “Comisión de los 25” fue una expresión del movimiento obrero que surgió de su seno en 1977 –con la C.G.T. intervenida-, y que se identificó en la confrontación política y social contra el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
La Huelga General del 27 de abril de 1979 constituyó un hito en la historia de las luchas populares que merece ser destacado con letra de molde en los anales de la historia argentina contemporánea.
Fue una huelga general contra una dictadura asesina, desaparecedora, que buscaba destruir el tejido social e industrial argentino. Fue además convocada y llevada a cabo cuando la legislación de la dictadura la consideraba un delito. Convicción y valentía se requería para exigirle, poniendo el cuerpo, la restauración de la democracia y sus instituciones. Convicción y valentía se exigía para participar en una huelga que ponía en peligro la libertad y la vida.
La huelga terminó en represión y detención de cientos de trabajadores.
A quienes denostan las acciones gremiales bajo la invocación de que “al día siguiente nada cambia”, cabe recordarles que a partir de la huelga del 27 de abril comenzó una nueva etapa de reorganización social y de resistencia a la dictadura militar, marcando el comienzo de su fin.
Despertó la atención de los organismos internacionales de Derechos Humanos, que pusieron su mirada sobre las violaciones a los derechos humanos que se cometían. En Septiembre de 1979, por denuncias previas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos visitó nuestro país, recibiendo denuncias de persecuciones, desapariciones y asesinatos, se entrevistó con dirigentes sindicales y sociales, y recorrió cárceles; constatando la veracidad de las denuncias que contra la dictadura se formulaban.
El compromiso del sindicalismo con la democracia posee una línea directriz que puede apreciarse también en los sucesos de Semana Santa de 1987. Después del triunfo del Dr. Alfonsín en la elección presidencial de 1983, la consecuente crisis política que vivió el peronismo hizo que el movimiento obrero organizado, manteniendo el ideario peronista, encarnara, por razones de divergencias de política económica y social, la oposición al gobierno radical. No obstante ello no dudó en defender al gobierno legítimo y genuino cuando el levantamiento carapintada puso en peligró la democracia.
Este mismo compromiso es el que lleva a la movilización convocada por la C.G.T. para el próximo 29 de Abril. El compromiso con el proyecto de desarrollo nacional con inclusión social que encarna nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con la vigencia y efectividad de los Derechos Humanos, con respeto a los derechos laborales, con la recuperación de la cultura del trabajo, con una progresiva mayor justicia en la distribución del ingreso, con la democracia real para todo el pueblo argentino.
*Diputado Nacional FPV - PJ
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