domingo, 7 de septiembre de 2008

Palpitar Comunal: Entre Cleto y Lunghi ¿ con quién me quedo?

Por Guillermo Liggerini Con Ejecutivo y Sindicato de municipales calculando hasta dónde tiran de la cuerda salarial, un senador Néstor Auza empecinado en ser protagonista del quehacer tandilense a costa de ambiciosas jugadas políticas, ahora emparentadas sobre lo que resultará del proyecto anunciado para salvar las sierras comprendidas dentro de la poligonal, los gélidos días se fueron sin mayores sobresaltos. Semana sosa, inocua, similar al contacto mantenido entre la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y el jefe comunal Miguel Lunghi. Se ha escrito, el escenario cambió. Los actores que ayer cotizaban hoy resultan casi evitables. Los que hace unos meses atrás daba cosita recibir hoy la puerta se abre de par en par. La mismísima visita kirchnerista del pasado miércoles, dejó señales claras de los nuevos tiempos. Tal vez el drástico final de la visita, con cenizas esparcidas sobre la construcción del Centro Integrador Comunitario siniestrado, no fue otra cosa que la síntesis de una relación rota, un divorcio que como tal será controvertido más tarde o más temprano. MEMORIA Basta con releer la crónica de hace un par de años para entender cómo cambiaron las sensaciones, las especulaciones, no así las ambiciones. Allá por el mes de diciembre de 2006, la misma personalidad de la primera línea del gabinete nacional pisaba suelo tandilense. Más precisamente arribó al barrio La Movediza, donde inauguraría junto a la misma máxima personalidad local, el CIC al pie del cerro que meses más luego se vería coronado con una de las promesas lunghianas: la réplica de la Piedra Movediza. Precisamente con fondos provenientes del erario nacional. Para más precisiones: gestionados por la ministra que ayer era la hermana del presidente y ahora es la cuñada de la presidenta. Apenas unos meses y algunos cambios de género como de parentescos alcanzaron para pensar que lo que ayer resultaba una desmesurada necesidad de exponerse juntos, hoy apenas es una formalidad, un compromiso en pos de culminar obras comunes. Aquella crónica describía que dirigentes políticos de diferentes fuerzas, concejales, funcionarios de los ámbitos político y cultural de la ciudad, así como agrupaciones sociales y organizaciones no gubernamentales compusieron la paleta sectorial para participar del acto junto a Alicia Kirchner, quien volvió a la ciudad para ratificar, implícitamente –decía aquella nota-, el aceitado vínculo entre la administración nacional y la gestión radical del intendente Miguel Lunghi. El secretario de Desarrollo Social municipal, Julio Elichiribehety, por aquel entonces y hoy también, hablaba sobre las obras “trascendentes”, que superan a “los gobiernos”, en tanto configura la importancia del “Estado social”. A su turno, el intendente hablaba del maleficio de la caída de la piedra, y que su reposición artificial iba a “transformar la vida del barrio”. No dejó de agradecer la actitud que tuvo la hermana del presidente cuando recibió una carpeta con el proyecto comunal y en sólo 10 días dio el OK a la propuesta. Hoy el barrio cambió, como aquella relación… OTROS TIEMPOS La misma ministra hace dos años llamaba a “trabajar con ideales” y evitaba hablar de política partidaria y sobre la relación de su hermano con el pediatra. Ahora repitió la estrategia. En el 2006 también agrupaciones autodenominadas kirchneristas llamaban la atención a través de cánticos y banderas que al unísono demostraban adhesión al líder patagónico como el rechazo al jefe comunal local. Esta vez tampoco se los vio tan entusiastas. A un costado, siempre presentes los activistas preservacionistas, quienes reiteraron su reclamo en defensa de las sierras, pidiendo a gritos por ninguna explosión más. También cortaron cintas de color negro que cruzaba la interrumpida calle Salta, frente a la cantera “El Trincante”. Hoy esa controversia, como las explosiones, continúa, aunque ya El Trincante no sea el problema. En apenas dos años pasaron muchas cosas que provocaron modificaciones en ciertas conductas. Dicen que Lunghi apenas cruzó palabras con la ministra. Entregó los presentes de rigor (productos de la gastronomía regional) y se mostró incómodo. Sí en verdad se lo vio mucho más entusiasta con participar del encuentro radical en el comité e intercambiar ideas con el senador Ernesto Sanz. Allí se le preguntó con insistencia al legislador protagonista de la histórica sesión si había perdón y olvido para los que se fueron como Cleto. No faltó un correligionario para recordarle dónde estaba el mismo Lunghi hace un par de años atrás y con quién prefería mostrarse. Fuente: La Voz de Tandil

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