viernes, 12 de septiembre de 2008

¿ No estará hablando de Tandil ?

Sin licencia (para faltar)...

por Ricardo Berdiñas (*)

Dice la Biblia que todo tiene un final que todo termina, y absolutamente esto es así. Los maestros de nuestra ciudad lo saben bien. Cuando uno dice los maestros no se refiere a todos sino a una minoría que es la que intenta sacar licencia por enfermedad, tratando de evadir los controles del Estado con falsas dolencias.

¿Cómo actúan algunos maestros?

No hace mucho tiempo, con la palabra del médico de cabecera (de confianza) bastaba para que alguien pudiera presentar un certificado por enfermedad y la tarea estaba resuelta. Así muchos maestros pudieron llegar hasta Europa, so pretexto de tener un hijo enfermo, o algunos podían presentar certificados que iban de la primera semana de clase, y la consiguiente recuperación una semana antes de terminado el ciclo lectivo para así cobrar las vacaciones. Este hecho no solo perjudicaba al maestro suplente que había trabajado todo el año, sino que además, lo dejaba afuera de sus apetencias de cobrar las tan ansiadas vacaciones, premio al esfuerzo escolar, sino que además se trata de una cuestión ética que muchos maestros han dejado de lado.

Siempre recordemos que los maestros son las personas que los padres dejamos en sus manos a nuestros seres más queridos que son nuestros hijos, pensando que un ser impoluto va cuidar de ellos y hasta proteger de los avatares de la vida.

El no te metas está de moda

Sin embargo a muchos docentes, esto no les interesa en lo más mínimo, porque sino denunciarían a sus pares que cometen estas tropelías, aún no pensando que se puede entender el acto como de delator o algún sinónimo de esta palabra.

Los casos de corrupción abarrotan el comentario general, y hace que los maestros hagan ya de esta actividad, la mas normal de las actividades. Muchos hablan que fuera de los tratamientos médicos, en muchos casos, apócrifos, hay una serie de "agachadas" como los familiares enfermos cuando no lo están, las horas superpuestas en diferentes escuelas, el pedido de licencia en las escuelas públicas para trabajar en las privadas, y sigue la lista...

Pero llegó Castrilli

Hasta hace algún tiempo, dos médicos de nuestra ciudad quisieron tomar la posta de ser ellos los auditores, pero algunos maestros ejercieron tanta presión sobre ellos que hicieron que los dos profesionales debieran renunciar. Hasta que el Ministerio harto de pagar suplentes de suplentes de suplentes, decidió tercerizar el control de las licencias y contrató para Azul, al doctor Francisco Moreno, un profesional médico con formación militar y sin compromisos sociales que lo aten a ningún docente.

Este fue el acabose de esta serie de abusos. Porque con autoritarismo, con prepotencia, según algunos docentes, Moreno los devolvió al trabajo, les hizo cumplir con las leyes e hizo que los maestros que jamás se han movilizado en momentos acuciantes para la educación de nuestro país, con la provincialización de las Escuelas, la nueva Ley Giannetasio, las aberraciones más grandes, y otros intentos de destrucción de la escuela pública sobre todo en la era Menem, se congregaran para protestar porque el médico los trata mal y los manda a trabajar. Aunque parece una paradoja del destino, esto es cierto y ayer quedó demostrado.

¿Cómo sigue esto?

Según algunos docentes congregados en el Consejo Escolar, el presidente Alabart debía renunciar e irse ya que no defiende a los maestros, para otros, la postura fue esperar hasta que un petitorio llegue a Educación y de ahí a la empresa, que ésta contestará si tiene ganas.

Todo está en manos del Ministerio de Educación, pero si la dirigencia de los docentes arregla los salarios con el gobierno, y los maestros vuelven para atrás el aumento y vuelven a parar, ¿qué confianza le van a merecer algunos maestros que se quejan porque un médico en Azul los manda a trabajar?

(*) Director de www.infoazuldiario.com.ar

Nota: Alerta a todos los docentes del pago: esto está pasando en la ciudad de Azul. No sea que tengamos una pandemia y nos llegue la "cura" azuleña. Ser inteligente es defender un regimén de licencias que apoya al docente en salud y en la enfermedad. Pero un pequeño grupo no deja de estirar la cuerda del abuso y la avivada de corto vuelo.

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