domingo, 11 de noviembre de 2012

Cuatro locos lindos tandilenses, recorriendo la América de San Martín y Bolívar




-¿Cómo marcha el viaje?
Sergio Saltapé: -Como todo en la vida, los viajes tienen altibajos. Hay momentos que se ponen más difíciles que otros. En general, no hemos sufrido más que percances comunes, como pueden ser los arreglos en la camioneta, o gestionar lugares para actuar o dormir. Por el resto, el camino siempre te ayuda.
Javier Lester: -Excelente, estamos en Ecuador en este momento. Sinceramente el viaje viene superando nuestras propias expectativas desde el plano artístico, grupal y social.
-¿Cuál es el recorrido que han hecho?;
S.S.: -Salimos de nuestra ciudad y la primera parada fue San Luis, luego Mendoza, San Juan, La Rioja, Tucumán, Salta, Jujuy. De ahí entramos a Bolivia por Villazón, pasamos por Potosí, La Paz. Cruzamos a Perú por Desaguadero y entramos a Puno, sur de Perú. Fuimos para Cusco, Abankay, Puquio, Ika, Guacachina, Lima, Trujillo, estuvimos unos días en las playas de Mancora. De Mancora fuimos a Tumbes que es la frontera de Perú con Ecuador. En Ecuador estuvimos en Guayaquil y en este momento estamos en Ecuador.
Vida en el camino
-¿Qué experiencias han tenido?
S.S.: -A cada minuto tenés una, desde tener que solucionar inconvenientes mecánicos, hasta no saber dónde estás parado y preguntar a medio mundo para poder llegar a destino. Pero, en particular, o en mí caso en particular, creo que lo más relevante es el encuentro con las personas, con las diferentes culturas, tanto en nuestro país, que varía mucho de provincia en provincia, como en los diferentes países. Además este encuentro con la gente tiene diferentes planos.
En lo laboral está el público que recibe nuestro trabajo y los sucesos que de eso derivan como, por ejemplo, tener que conseguir más lugares para seguir actuando. Y en lo personal, que no está tan alejado de lo artístico, están las personas que nos han alojado en sus casas abriendo la puerta a su intimidad y compartiendo la nuestra.  Todo esto,  te lleva a un constante encuentro, a encariñarse y a tener que despedirse. Pero siempre con la alegría de que se está haciendo camino, y muchos lazos en toda Latinoamérica.
-¿Qué respuestas han tenido con la presentación de sus obras?
P.B.: -La respuesta del público ha sido altamente satisfactoria a lo largo del viaje. Si bien tenía mis dudas sobre qué sucedería al pasar las fronteras de nuestro país, me vi más que sorprendido. Si bien cada público tiene sus formas y sus tiempos en términos generales, nos vimos más que contenidos por los distintos públicos de los diferentes lugares donde nos hemos presentado y si hay algo que puede identificar al público latinoamericano es su calidez y, sobre todo, su agradecimiento por estar en su país ofreciendo nuestro arte y este agradecimiento se reflejado en los abrazos e infinidades de fotos que hemos compartido al finalizar cada función, lo que nos genera una gran alegría y nos da la energía necesaria para seguir en este viaje que particularmente, para mí, es “el sueño del pibe”.
J.L.: -Increíble. A la gente le gusta mucho la propuesta artística que llevamos tanto en la calle como en teatro, escuelas, y otros espacios alternativos.  Dentro de Argentina, fue donde más pudimos trabajar en colegios e instituciones educativas. Con respecto a las presentaciones fuera del país, la gente conoce que en Argentina hay buen teatro y por eso acude, más allá de la difusión que podamos por nuestros propios medios.
-¿Cómo es el público de los lugares que van transitando?
G.M.: -Creo que el público varía más por el contexto. Depende si es gente de teatro, si son niños, o si es en la calle, teatro, escuela, universidad. No varía tanto por la nacionalidad. A veces filmo sólo al público, y casi siempre veo las mismas caras. En lo personal si noté la diferencia al mostrar algunos videos que edité a personas de distintas nacionalidades. A los argentinos se les hacía fácil entender pero, por ejemplo, se lo mostré a un español en un hostel en Bolivia y noté que algo andaba mal. Por suerte viajar nos da otra mirada de las cosas, ayuda a aprender.
El contacto personal
-¿Qué es lo que más los ha sorprendido?
J.L.: -Nos sorprende la gente y su amabilidad, su calidez, el entusiasmo que les genera nuestro proyecto también es algo que nos sorprende porque eso dice que hay mucha gente que piensa y siente el arte como nosotros.
-¿Cómo los han tratado?
Gabriel Milanesi: -En todos lados las personas nos han tratado súper bien. Todos demuestran un gran interés por el arte, que nosotros intentamos llevar de forma directa sin tanto protocolo. Mi aprendizaje personal, viendo a los chicos es que son actores y lo son siempre, saben cómo entrarle a cualquier persona. Una vez que se rompe esa barrera, podemos realmente compartir y aprender con los demás.
El transporte y las anécdotas
-¿Cómo marcha el viaje en Dulcinea?;
Pedro Baldovino: -El viaje en nuestra combi, la hermosa Dulcinea va de maravillas. Ella nos contiene, nos escucha, sabe un montón de secretos que sólo ella y nosotros sabemos, y esa complicidad hace que nuestro amor hacia ella siga creciendo día a día. Su andar cansino y mecedor nos acurruca kilómetro a kilometro haciendo que nuestro recorrido sea altamente placentero. Ella comparte todo, con cumbia colombiana o rockeando, ella se adapta a todo, un buen mate matutino o comparte ese cigarrillo que Sergio y yo sabemos saborear con ella, y disfruta cuando Javier y Gabriel le regalan unas tonadas con sus guitarras. Dulcinea, en sí disfruta este viaje con sus Cuatro Quijotes, pues sabe muy bien que sus fieles acompañantes no dejarán un instante y, a su vez, los Quijotes saben muy bien que Dulcinea es incondicional en esta aventura de ensueño.
-¿Cómo se arreglan con el alojamiento, la comida?
J.L.: -Hemos tenido diferentes formas de alojarnos, tantas que hemos dormido en hostel, hoteles, salas de teatro, casas de amigos, polideportivos.
La comida también varía de acuerdo a cada país. En Bolivia hay mucha fritura al paso, por ejemplo el “pollo broaster”, que cae muy pesado si lo comés seguido. En Perú nos hemos sorprendido porque tienen muy buenos platos, papa a la huancaína, panes caseritos, y todo es en base a arroz con menestras. De todo hemos tomado nota para cuando volvamos, para poder presentar esto a los amigos.
-¿Hay anécdotas?
J.L.: -Miles, tanto que es difícil quedarse con alguna, pero creo que lo más fuerte siempre está en las despedidas de cada lugar donde forjamos nuevas amistades.  A veces se hace un poco triste despedir a amigos con los que has compartido más de dos semanas y sabés que quizás no lo vas a ver en años. Por otro lado, siempre son divertidas las anécdotas de Dulcinea cuando se nos queda en la ruta. Hace poco, cerquita de Quito, en medio de la montaña selvática a la noche, dormimos dentro de ella, y nos levantamos temprano viendo el paisaje que ofrecía ese lugar: entre las nubes, verde por donde miraras y debajo, la ciudad. ¡Un espectáculo!
 
Lo que resta…
 
-¿Cómo sigue el viaje?
J.L.: -Nos iremos por la costa subiendo hasta llegar a Colombia,  luego Venezuela, y la idea es hacer unos días para tratar de llegar a Panamá o Cuba.
-¿Qué les queda por hacer?
S.S.: -En la ida aún nos queda llegar a Colombia y Venezuela, pero después de tantos kilómetros recorridos ya se te hace muy común salir de un país y entrar en otro. De todas maneras siempre tenés mucha ansiedad y, en cada frontera, renovás la esperanza de volver a sorprenderte, encontrar similitudes y diferencias en cada nueva cultura.
En cuanto a la vuelta sabemos que va a ser más rápida que la ida, o por lo menos vamos a intentar eso. Pero es una pregunta muy amplia en nuestro caso, porque hemos hecho muchas cosas, y también tenemos la sensación de que todavía queda muchísimo por hacer. El camino es tan maravilloso que a cada momento te sorprende. Es así que también estamos a abiertos a lo que nos depare la ruta. -¿Cuándo regresarán?
G.M.: -El único con fecha fija de regreso soy yo. Para mitad de enero tengo que estar en Buenos Aires para a seguir con la carrera. La estadía en cada lugar depende del trabajo, nos hemos quedados dos días en algunos lugares y en otros tres semanas. Por eso, no sabemos exactamente la fecha de regreso. Pero aproximadamente, para marzo o abril está pensada la vuelta.(fuente El Eco de Tandil)

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