sábado, 29 de diciembre de 2007

  • ¿A qué hora empieza el año?

    Termina el año y no tuve ni ganas de hacer un post ácido, irreverente y "políticamente incorrecto" sobre las Fiestas, ni un balance jocoso sobre lo peor del año, ni un chiste sobre el accidente de Mariana de Melo, ni una broma por el Día de los Inocentes (la fecha siempre se me olvida y el que termina cayendo como un boludo soy yo). Sin embargo, como para no quedarme fuera de los temas que le interesan al país, acá está mi post sobre el cambio de hora.

    Ahorro de energía.
    Reloj roto
    Por si no se enteraron, parece que hay que adelantar los relojes una hora a partir del comienzo del día de mañana, que, naturalmente, no será a las cero horas, sino a la una. Por lo tanto, el día de mañana tendrá 23 horas. O sea, una hora menos que un día normal, que tiene 24. Otra particularidad del día de mañana es que anochecerá más tarde. Para adelantar la hora hay que agarrar el reloj y sumarle una hora; si todo salió bien, en el reloj dirá 01:00. Estas conclusiones surgen de un riguroso estudio realizado por la redacción de este blog luego de un día entero de concentración, aunque seguramente alguna universidad de Massachussets no tardará en desmentirlo (mientras tanto, pueden entretenerse con este aterrador informe de una universidad alemana, que dice que con tanto cambio de hora nos vamos a morir todos, pero no sé porque no lo leí entero).

    Sin embargo, el cambio de hora suscita una duda de origen filosófico que ni el libro de Paenza sería capaz de resolver: si el día empieza a la una, la hora cero, ¿existe? La incertidumbre me surgió a partir de la lectura de la revista de Telecentro, que, además de venir cada vez más berreta y decadente, anuncia películas entre las 0 y la 1 del día 30 de diciembre. La lógica indica que dichas películas serán emitidas a partir de la una de la mañana del nuevo huso horario; ahora bien, inevitablemente, las películas emitidas entre las 23 y las 24 horas del mismo día, pasarán a ser emitidas entre las 0 y la una del día 31 (recuerden que el día tenía 23 horas). Esto produce un desfasaje temporal constante para el que la programación televisiva de enero tampoco está preparada. Las consecuencias serán catastróficas: llegará un momento en el que uno no sepa a qué hora sintonizar The Film Zone para disfrutar de una agradable comedia en familia, pudiendo, accidentalmente, enganchar alguna semiporno ochentosa que le pondrá los pelos de punta a la nona. Ni me quiero imaginar los problemas que surgirán cuando la hora se atrase en marzo para terminar con esta farsa, y tengamos un día insoportable de 25 horas.

    No entiendo una goma. ¿Habrá que pensar que las películas emitidas en horas inexistentes pertenecen a un hiato temporal, a una brecha cósmica, a un universo paralelo? Cuando llamemos a la hora, ¿nos dirá la hora correcta? Si la programación de un mes está adaptada al huso horario corriente, y la programación del mes siguiente al huso horario nuevo, ¿qué pasa con una película que se emite entre el fin de un mes y el comienzo del otro? ¿Se emite por la mitad? ¿Existe el tiempo o es sólo una ilusión? ¿Existe Dios? ¿Qué había antes del mundo? ¿Por qué la Bersuit sigue sacando discos escatológicos? ¿Por qué la Bersuit sigue sacando discos?

    Por lo pronto, yo me voy a programar para las 2:30 una película que empieza a la 1:30. Otro día les cuento cómo me fue.(fuente: risasgrabadas.blogspot.com)

1 comentario:

  1. muy bueno tu blog !!
    Y la forma en que te expresas me encanta !!!
    Saludos !!!

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