viernes, 22 de enero de 2010

Fiesta Nacional del Ternero y Dia de la Yerra: Las voces que portan el legado



Los bonaerenses habitué a la fiesta nacional del ternero en la ciudad vecina de Ayacucho, esperamos con espectativas cada edición de la tradicional fiesta. Hoy agregamos la opinión de un vecino ayacuchense que reflexiona sobre la naturaleza del evento e insta a las autoridades a retomar las raices que dieron fundamento a la misma. Nota publicada en Noticias Gráficas de Ayacucho:



POR MARIO ALBERTO PESOLANO



Las voces que portan el legado






A la Sra. Presidente de la Asociación Civil Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra, y sus colaboradores.


Una vez más en enero, y desde muchos años a la fecha cuando retomo el contacto con mi pueblo, mi gente, mi paisaje, me cruzo con las previas a las sucesivas ediciones de la Fiesta Nacional del Ternero. Me llegan a a través de los comentarios radiales, televisivos y de otras fuentes, información de como se plantea el evento. Esta vez quiero dejar mi opinión al respecto, y lo hago como nativo de éste lugar.




Aquí aprendí a caminar, a leer, a jugar y a pertenecer a un mundo con patrones sociales de respeto que definen a las comunidades. Oigo las voces actuales, diversas por cierto (como debe ser) , respecto a lo que cada uno pretende que la fiesta sea. La mía es una opinión más y espero que se la tome de ese modo.


He visto como a través del tiempo, y lo digo sinceramente, se fue desplazando en forma imperceptible el motivo central de este evento, que en sus principios fue nuestro orgullo.




Hoy mismo la fiesta es una réplica de las otras muchas que se realizan en territorio del país. Obedece al mismo patrón que rige para todos los modelos, y lo genuino ha desaparecido. Se han olvidado, y lo siguen haciendo, de los motivos culturales que movilizaron la idea fundacional. Se ha dejado de considerar lo que Ayacucho puede ofrecer al curioso visitante que busca en la diversidad lo desconocido, para descubrir la regionalidad.


Se termina por el contrario, trasladando un modelo nacional creyendo y lo más grave (haciendo creer) que el éxito también en este caso responde a un número.


Esto, señores responsables es un acto cultural, y la premisa es siempre la misma, instalar en el caracú de cada acto referido a nuestra fiesta la prioridad de hacernos conocer como anfitriones. Demostrar nuestras formas claramente y no exponerlas a que queden inadvertidas en ese cambalache de la mezcla que ustedes nuevamente proponen.


Creo que a diferencia de otros espectáculos donde se pretende un resultado monetario, este tipo de manisfestaciones populares cuando pierden el sustrato, caen en la generales de la ley.

Esto no se trata de armar un espectáculo, (y me refiero específicamente a lo artístico) yendo a comprar a la góndola según el precio del momento y del bolsillo de la comisión de turno.


Por el contrario todo debe converger en lo mismo, en las bases culturales que emanan del pueblo, y que este cede en confianza a aquellas personas que se comprometen realmente a darle forma coherente.




Por lo tanto esto significa que los que no lo entienden así, los que no lo recogen correctamente cometen un grave daño a la cultura. Porque estas manifestaciones están mas allá de los patrones del éxito.


Ustedes se olvidaron, y lo siguen haciendo, que este lugar junto a otros de la pampa fue motivo y escenario de José Hernandez y de Abel Fleurí.




Cada acto que tiene que ver con la fiesta, debería estar en línea con lo que la fiesta realmente es. Para que los invitados puedan conocer nuestras particularidades, para que vean y compartan lo que podemos ofrecerles, para que no se vayan vacíos, para que nos distingan y se distingan, para que no sea todo una convocatoria a la repetición, para que sí sea una convocatoria a todos aquellos que quieren expresarse desde este lugar.


Para finalizar les pido no midan el éxito de estas cosas, tan especiales y delicadas que tratan nada menos que de la identidad y la pertenencia, usando registros empresarios.


Las cuentas cierran siempre en estos casos, cuando se respeta a la población y a sus formas. Habrá que oír las voces que portan el legado.


El escenario de la fiesta es todo el pueblo, y debe ser además el verdadero protagonista, ustedes deben entenderlo así.


Si no logran esto, habrán otros que tomarán la posta y abrirán las puertas de la casa grande para compartir con los visitantes el orgullo de ser de Ayacucho.

Sitio Oficial: acá







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