jueves, 26 de febrero de 2009

Bepo "el Croto" vive ( a 10 años de su muerte)

La muerte fracasó otra vez

"Durante la tarde de ayer dejó de existir en Tandil, el último de los linyeras José Américo Ghezzi "Bepo", miembro de aquel selecto grupo de vagabundos que recorrían el esqueleto ferreo de la Pampa Húmeda con sus bolsos al hombro y la sola ambición de conservar la amada libertad de andar y vivir.." Hasta aquí la noticia periodística aparecida en el Diario La Capital de Mar del Plata el 27 de Febrero de 1999.

Tristeza, alegría y presencia casi mágica de Bepo al recordar que apenas unos días antes, en su casa de la ciudad de Tandil donde vivía, algunos amigos tuvimos la alegría de compartir con él dos días, cortos por cierto.

Entre mate y mate coincidíamos que no es fácil elegir un camino diferente al que impone la sociedad de consumo, pero quien lo descubre dificilmente quiera cambiarlo. Que cada vez somos más quienes preferimos disfrutar del sol y dejar de complicarnos la vida trabajando para solamente disfrutar de comprar cosas, que la mayoría de las veces no hacen falta.

Mostró el voluminoso archivo de recortes periodísticos seleccionado desde mediados de siglo hasta el presente, clasificados por fecha y tema, de permanente actualización sin por ello descuidar el orden y la prolijidad de su hogar. "Todo este trabajo lo hago para entregar a la Universidad"...

Bepo fue propagador convencido del pensamiento libertario. Nunca perdió la fe en la idea que defendía, haciendo de su vida un canto a la solidaridad y la amistad. Amó y respetó a la mujer. La vía fue su hogar por más de 30 años. Los apuntes escritos a lo largo del camino transitado, son testimonios plasmados en la película "Que vivan los crotos" de Ana Poliak y en el libro "Bepo, historia de un linyera" del Escritor Hugo Nario y encierran el sentido trascendente que le diera al concepto de libertad. Voz y presencia de mujer, sonrisa de niños, la mirada de su padre, también las guardó en cuadernos que mostraba a sus amigos, de hojas amarillentas por el transcurso del tiempo.

Admiraba de Séneca a Macedonio Fernández. Exaltaba a Henry Thoreau, Bertrand Russell, Emerson, Walt Whitman y a otros cuyas "publicaciones económicas leíamos y aún conservo", nos decía.

"Los Crotos cuando andábamos por la vía, siempre estábamos al tanto de las últimas noticias, leíamos La Nación, Critica o cualquier otro diario que llegara a nuestras manos. Yo nunca fui con eso de cumplir horarios y tener jefes, por eso viajar y leer fue lo ideal para mí". "La carta gaucha" de Juan Cruzao (Luis Woolland) que circulaba entre ellos, allá por el año 30, no estuvo ausente en la reunión y sirvió para rememorar anécdotas del gran maestro. El impulso indomable de libertad, el sentido de independencia intelectual y económica como el constante crecimiento interior de Bepo, lo hizo sentir dueño del unirverso. Miraba el cielo y llamaba por su nombre a cada una de las estrellas: "cómo no recordarlas...si tantos años fueron mí guía!"

Hoy es símbolo de un hombre que vivió como realmente quería, sin hipocresía. El horizonte de libertad lo hizo de vías y paisajes abiertos. "Las vías y los caminos para mí tenían imán" reiteraba.

José Américo Ghezzi (Bepo) nació en Tandil el 4 de Abril de 1912 y un día cualquiera, decidió vivir ajeno al esquema social imperante y cortar sus ataduras. Ultimo testigo en la provincia de Buenos Aires de un mundo ya desaparecido. Vida llena de atractivos porque iba más allá de la necesidad de viajar para levantar cosechas, era la búsqueda de una existencia igual a la de los pájaros: "el ser libre crece a medida que disminuye la necesidad de cosas", "la carga deber ser liviana" repetía sabiamente. Su figura se nos revela en un momento de profundas transformaciones. La historia cambió pero él y otros como él, adelantados al devenir de los tiempos, eligieron y supieron alejarse de aquello que los masificaba. Austeridad, sencillez, mano generosa, casa de puertas abiertas, es el ejemplo que también deja a las generaciones futuras.

El próximo encuentro estaba previsto en su casa para el día 4 de Abril y celebrar juntos, sus 87 años de edad. Debió cancelarse al ser confirmada la noticia: él ya no estaría físicamente allí. Igualmente quienes descubrimos la riqueza de su pensamiento, continuaremos encontrándonos, en cualquier parte donde el aire acaricie haciendo sentir su presencia.

"Otro fracaso de la muerte", diría nuevamente Nicolás Guillen, porque los sueños de Bepo continuarán vivos y la conversación trunca, no tendrá un final.

Ana María Ordóñez

http://www.crotoslibres.com/bepoghezzi.ht

1 comentario:

  1. Felicitaciones por tu crònica, ahora seguirà para mì leer el libro de un hombre extraordinario, asì, como ya no se usa el tèrmino, un hombre por fuera de lo comùn. Gracias por la nota.

    Juan Manuel

    www.oniriciclos.blogspot.com

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