Se formó hace 245 a 144 millones de años, en los
períodos Triásico, Jurásico y Cretácico inferior, cuando Sudamérica y África
estaban unidas, comenzó a formarse en ambientes fluviales y lacustres, llamada
formación de Tacuarembó o Piramboiá, son rocas llanas llamadas pare.
Un acuífero es una acumulación de agua
subterránea que impregna una capa de terre
no impermeable. Se suele situar sobre una capa de materiales
impermeables (arcilla o pizarra). Puede estar o cubierto con otra capa
impermeable, en cuyo caso se llama acuífero o manto freático confinado.
El Acuífero Guaraní está ubicado geográficamente en los cuatro países miembros
originales del Mercosur.
El Acuífero Guaraní es una reserva de agua subterránea al sureste de América
del Sur. Después de muchos movimientos y distintos tipos de suelo, ésta fusión
dejó volúmenes de roca muy distintas, de ahí la diferencia de espesor. Las
rocas más permeables comenzaron a llenarse de agua filtrada, desde la
superficie, esto comenzó hace 20.000 años y continúa. El terreno está formado
por un conjunto de areniscas por debajo del nivel del terreno entre 50, 800 o 1500
metros de espesor.
LOS ACUÍFEROS, LA ÚLTIMA ESPERANZA
En los acuíferos se almacena sólo el 0,6% de la totalidad del agua del planeta,
que equivale al
95% del agua disponible para el ser humano. En un acuífero el agua puede fluir
a una velocidad máxima de aproximadamente 350 metros por año. Tardan siglos en
formarse. Inclusive en el Acuífero Guaraní, del que hablaremos más adelante, se
encuentran aguas de hasta 20.000 años.
De acuerdo con distintos especialistas estas reservas de agua dulce son
consideradas recursos naturales no renovables por el lento fluir de sus aguas y
su lenta recarga. El ritmo de renovación del agua depende de la cobertura
vegetal de la superficie, la cual retarda el flujo del agua, abre galerías en
el subsuelo y aumenta el grado de porosidad del suelo. El desmonte, por lo
tanto, es un arma de doble filo que no sólo afecta a la calidad del aire y el
cambio climático, sino que también afecta a las reservas de agua dulce
subterránea (acuíferos), retardando aún más su recarga.
Hoy en día estas grandes reservas de agua dulce están siendo sobre explotadas y
contaminadas. Actualmente, los contaminantes del agua subterránea que más
preocupan son los compuestos orgánicos industriales, como disolventes,
pesticidas, pinturas, barnices, o los combustibles como la gasolina.
Los acuíferos son extremadamente frágiles. Una vez agotados o contaminados, su
recuperación puede demorar siglos. La importancia de preservar y legislar
correctamente la explotación de estos grandes reservorios de agua dulce es
fundamental para el mantenimiento de la vida.
El Acuífero Guaraní es considerado, a pesar de que se desconozca todavía su
límite oeste sobre el territorio argentino, la tercera reserva mundial más
grande de agua dulce.” Miguel Auge, geólogo de la Universidad de Buenos Aires,
indica que la extensión aproximada del acuífero es de 1.175.000 Km3. Este
especialista afirma que la reserva de agua dulce de este “gigante” es tal que
su capacidad alcanzaría para abastecer a los 6.000 millones de personas que habitan
el planeta durante 200 años.
El Acuífero Guaraní es una reserva transfronteriza que se extiende en los
territorios de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay; por las cuencas de los
ríos Paraná, Uruguay y Paraguay. En Brasil su extensión aproximada es de
840.000 km3, en Argentina de 225.500 km3, en Paraguay de 71.700 km3 y en
Uruguay 58.500 km3.
En relación a la temperatura del agua, ésta es más caliente cuanto más
profundos son los pozos de extracción. Se puede obtener agua con temperaturas
entre los 50°C y 65° C. En varios centros turísticos se utilizan aguas
extraídas directamente del Acuífero para cargar piletones de aguas termales
aunque en realidad sólo se trate de aguas a altas temperaturas. En este aspecto
es importante tener en cuenta que, una vez realizado el pozo, el agua no deja
de fluir, provocando el derroche de este recurso vital.
Ofelia Tujchneider, señala que otra de las características importantes de la
zona del Acuífero Guaraní son los otros reservorios de agua dulce que se
encuentran sobre él. Éstos acuíferos de menor tamaño son los mayormente
explotados.
En Brasil el Acuífero Guaraní está en la base de los ocho estados más
desarrollados del país. Hoy en día éste es mayormente explotado para uso
domestico, industrial, riego, baños terapéuticos y el comercio del agua
mineral. En Argentina y Uruguay se lo explota fundamentalmente para usos
termales y clubes recreativos, aunque en Uruguay también es fuente de uso
doméstico y riego. Por último, en Paraguay, es principalmente fuente de agua de
los asentamientos rurales del este del país. En total, alrededor de 24 millones
de personas son las que viven sobre el territorio del Sistema Acuífero Guaraní.
EL INTERÉS YANKI
Para muchos, en este marco de sed global, nuestro continente tiene la bendición
de contar con uno de los reservorios de agua subterránea más importantes del
mundo: el Acuífero Guaraní. Sin embargo, lo que para algunos es un recurso
natural fundamental para la vida, para otros es botín que los países poderosos
pueden llegar a tratar de obtener incluso a través de la fuerza. Algo tan
fundamental como el agua, entonces, pasa a generar una hipótesis de conflicto.
Estados Unidos, una potencia que hasta el momento dirigió su expansión hacia
países que poseen petróleo —como en el caso de Kuwait e Irak—, en el futuro y
ante la escasez de agua, podría dirigir su mira hacia naciones donde el agua es
abundante. Esta hipótesis de conflicto es apoyada por especialistas en la
Argentina.
Una de las personas más consultadas, cuando se menciona al Acuífero Guaraní, es
la historiadora y geopolítica Elsa Bruzzone, quien a lo largo de los últimos
años viene advirtiendo sobre la intención de Estados Unidos de apropiarse
—según su análisis— de este recurso natural. A lo largo de este capítulo consultamos
las fuentes más importantes a nivel mundial en materia de recursos hídricos.
Cada vez que con ellos hablábamos sobre el Acuífero Guaraní, Elsa Bruzzone
estaba presente. Justamente, dada la importancia de su trabajo destinado a
resguardar nuestros recursos naturales, fue que decidí reunirme con ella.
Durante la entrevista que mantuve con la señora Bruzzone, ella me ayudó a
develar algunos de los interrogantes que rodean el tema del Acuífero Guaraní y
la presencia de tropas norteamericanas en la zona.
La primera pregunta fue directa: “,Vienen por el agua?”. Elsa Bruzzone
respondió sin vueltas: “Nosotros dimos en 2003 la voz de alerta sobre lo que
estaba sucediendo en la Triple Frontera. Nos parecía muy extraño que pudiera
haber células de Al-Qaeda, de Hamas o de Hezbollah. Fuimos hasta esa zona y
hablamos con los pobladores, con las autoridades de Ciudad del Este, de Foz do
Iguazú y de Puerto Iguazú. Ellos tenían las cosas muy claras. Hasta se burlaban
de los comentarios sobre la presencia de terroristas. Nos decían que no había
ninguna célula de este tipo, sino que en el lugar se hallaba uno de los puntos
más importantes de recarga y descarga del Acuífero Guaraní”. Inmediatamente,
Bruzzone destacó una inconsistencia entre la política del Departamento de Estado
y la de los organismos encargados en Estados Unidos de resguardar la seguridad
nacional de ese país encabezados por el Pentágono.
“Desde el año 2001 hasta el 2006 inclusive, el Departamento de Estado
norteamericano ha dicho que no hay presencia de células terroristas en la
región. A partir de estos informes, recordamos lo que allá por 1998, 1999 y
2000 habían señalado ex funcionarios del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional: ellos aseguraban que en el siglo XXI las guerras iban a ser por el
agua, así como el petróleo había sido el motivo de las guerras durante el siglo
XX.” Elsa Bruzzone no detiene su pensamiento y como una calculadora que
registra datos, informes y documentos en su mente, recuerda y comparte conmigo:
“En el año 2004 es cuando nos termina de cerrar todo. Las Naciones Unidas
confirmaban que para el año 2020-2030 el 90% de la población no iba a tener
acceso al agua potable, limpia, pura, sana; como decimos nosotros, agua buena.
Entonces pensamos: se mueren de sed o tendrán que tomar agua contaminada.
Sabemos que el agua contaminada con bacterias afecta, sobre todo, a dos tipos
de poblaciones: los mayores y los niños. Cuando uno mira estos pronósticos, nos
damos cuenta que estamos a las puertas de una catástrofe de una dimensión que
jamás sufrió la humanidad”.
A este concepto ya de por sí alarmante, agregó un dato aún más llamativo: “Un
informe del Pentágono de fines de febrero de 2004, que coincide con el mismo
pronóstico de las Naciones Unidas, propone lisa y llanamente al gobierno de
Estados Unidos el despliegue de las Fuerzas Armadas por todo el planeta, para
tomar el control de estos recursos, especialmente el agua, dondequiera que se
encuentre, porque es vital para la supervivencia de Estados Unidos como
potencia rectora del mundo”.
Bruzzone sigue relacionando datos e informaciones y hace referencia a un pedido
del gobierno de Estados Unidos a la Organización de Estados Americanos: “Ahora
vemos esta insistencia del Senado de Estados Unidos para que se solicite a la
OEA la formación de una fuerza militar combinada entre Argentina, Brasil,
Paraguay y los Estados Unidos, dentro del marco del Comité Interamericano de
Lucha contra el Terrorismo”. Esta historiadora y geopolítica resalta otro dato
que es interesante: cómo, a pesar de los comentarios públicos de parte de los
Estados Unidos acerca de la buena cooperación antiterrorista en la región, cada
tanto se insiste en lo que teóricamente estaría pasando en la Triple Frontera,
es decir, las supuestas actividades de grupos como el Hezbollah.
“En su informe anual, el Departamento de Estado dice que está funcionando muy
bien el diálogo antiterrorista 3+1, que es el acuerdo firmado entre Brasil,
Paraguay, Argentina y Estados Unidos para controlar la zona. Pero ellos son
persistentes con esta idea. Han logrado en Foz do Iguazú el acuerdo para una
nueva oficina de la CIA. Tienen el acuerdo en Paraguay para una oficina del
FBI, además de los ejercicios militares disfrazados de misiones humanitarias.
En realidad, Estados Unidos lo que quiere es la presencia de una fuerza militar
firme”, concluyó esta analista.
Otros especialistas, como es el caso del embajador Raúl Estrada Oyuela,
representante argentino de Asuntos Ambientales, destacan que el Acuífero es un
recurso importante que hay que cuidar, sobre todo cuando estamos perdiendo los
glaciares por el calentamiento global. Para este analista, el principal
problema del Acuífero Guaraní es la contaminación. En una charla que mantuvimos
con este diplomático, él destacaba que Brasil —país bajo cuyo suelo se
encuentra un importante tramo del acuífero— posee “serios problemas de
contaminación industrial”. “Hay preocupación de que esa contaminación se pueda
ir filtrando hacia el Acuífero”, señaló Estrada Oyuela.
Cuando lo consultamos sobre aspectos legales a nivel regional y global, Estrada
Oyuela afirmó: “En las Naciones Unidas se está trabajando en una legislación
que contemple el caso de las acumulaciones subterráneas de agua que no tienen
salida a la superficie”. Por su parte, dejó en claro que la Constitución
argentina sostiene que los recursos naturales son de dominio originario de las
provincias: “El concepto de dominio es de derecho civil, de derecho real. Por
encima o por detrás, hay otro concepto que es el de soberanía. La soberanía de estos
recursos es de la Nación. En términos clásicos, ésta no tiene límites hacia
arriba y hacia abajo, sí hacia los costados.
Cuando le planteamos a Estrada Oyuela la hipótesis de la escasez de agua y las
advertencias de Naciones Unidas, se muestra un poco escéptico y señala: “En
lugar de hablar de escasez de agua, habría que hablar de un adecuado manejo de
la disponibilidad de agua. Desde el principio del mundo, la cantidad de agua es
la misma. Por más que usted tome agua, finalmente vuelve a ponerla en el ciclo
de vida. Yo creo que más que un problema de escasez, la cuestión es organizar
cómo se la utiliza”. En el transcurso de la conversación, este especialista
deja de lado las hipótesis que sostienen que en pocas décadas más el mundo
sufrirá una dramática escasez de agua y nos marca, a nivel climático, otro
punto que él realmente ve como alarmante: “El clima ha cambiado muchas veces en
la historia de la Tierra, pero a un ritmo al cual la gente se iba adaptando.
Ahora, como hay una contribución muy fuerte del hombre, ese ritmo se ha ido
acelerando”. Estrada Oyuela reafirma: “El problema es la velocidad del cambio”.
Hablando sobre el cambio climático, Estrada Oyuela explica que el avance del
calentamiento global puede generar un debilitamiento del permafrost, capa de
hielo permanentemente congelada en los niveles superficiales del suelo en las
regiones árticas:
“En Rusia hay pueblos ubicados sobre el permafrost. Las tuberías de conducción
de petróleo de Siberia están sobre esta capa de hielo permanente, que de
debilitarse ocasionarán un impacto tremendo. Más aún, si tenemos en cuenta que
ese hielo es agua dulce, entonces al derretirse, esa agua fría y dulce se va a
mezclar con la corriente del Golfo (de aguas cálidas) cambiando totalmente las
condiciones del clima de Europa Occidental, llegando inclusive a convertir en
desértico el centro de Europa.
En geología, permafrost o permagel es la capa de hielo permanentemente
congelada en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías o
periglaciares como es la tundra. Puede encontrarse en áreas circumpolares de
Canadá, Alaska y norte de Europa entre otras. El permafrost se puede dividir en
pergelisol, la capa helada más profunda, y mollisol, capa más superficial que
suele descongelarse.
Después de esta advertencia, que este especialista considera la más preocupante
a nivel ambiental, vuelvo a insistirle sobre los informes presentados en las
Naciones Unidas sobre la cercana escasez de agua dulce que podría padecer la
humanidad. Rápidamente, y sin vacilar, Estrada Oyuela menciona una palabra:
desalinización. Según este experto, cuando el agua dulce teóricamente comience
a escasear, podrá utilizarse el agua del mar a través de un proceso que
convierta al agua salada en apta para el consumo humano. El embajador se
detiene un segundo y menciona el caso de la desalinización que se da en Italia,
en la cuenca del río Po.
Fuente: Radio Nova
No hay comentarios:
Publicar un comentario