Desde el mismo momento del nacimiento de Jesús, una bisagra importante de la historia quedó marcada a fuego.
Por
más que los “intérpretes de la historia”, hasta hoy día se esfuercen en
contar su “particular versión”, hubo una verdad inexcusable: alguien
muy pobre había nacido, pero con profundas convicciones y sentimientos
humanos; para luchar por los pobres y marginados, y contra las
Injusticias Sociales de su tiempo. Y si bien era hijo de Dios, no
usufructuó los privilegios de ser “hijo de”, aunque sí, el amor, la
fortaleza y la entrega de su padre.
Hoy cuando decimos que los ejemplos “no existen”, que las lealtades y las utopías son “nostalgias de románticos” ¡ahí
está Jesús! Más allá de cualquier merchandising, trineo, renos, nieve y
pan dulce; abriéndonos las puertas para la reflexión permanente, y
mostrándonos el camino siempre vigente de la solidaridad y el
compromiso tan necesarios para dejar de mirar y pasar a construir
nuestra historia cotidiana.
Hoy,
“a la vuelta” de cualquier esquina de Pergamino también hay dolor,
esclavitud y prostitución de menores, timba, mortalidad infantil,
gatillo fácil, droga, alcohol, descontrol nocturno, contra lo que
también hubiera luchado Jesús.
Que
la reflexión mantenga viva nuestra esperanza, que el dolor, el “no se
puede”, el “no te metás” no nos paralice; sino que pueda ser la
herramienta que nos comprometa para hacer y no a padecer nuestra
historia; sin Spartacus, alcoholismo, timba, descontrol, drogas,
gatillo fácil, familia Pomar….impunidad.
De nosotros depende, de nuestra solidaridad para movilizarnos aunque “le pase a otro”, no hay hombre que pueda “salvarse” solo.
Mil
excusas para “mirar para otro lado”, una sola para comprometernos,
celebrar día a día el nacimiento de Jesús. Él nos sigue marcando el
camino.
(*) Coordinador del Foro Infancia Robada de Pergamino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario